"Nuestro sueño es llevar la JMJ a China. A pesar de los obstáculos del gobierno"

La nutrida delegación del mundo chino en Cracovia para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud no pierde la esperanza: "El Gobierno ha hecho y está haciendo muchas cosas para desanimarnos. Pero ellos no podrán vencer siempre. Y un día el Papa celebrará a la juventud en China". La alegría y la maravilla de estar en Polonia: "Más allá de lo religioso, es un viaje maravilloso: en nuestro país vivimos ahora encerrados en una prisión cultural, pasamos el tiempo contándonos los dedos. Pero aquí está todo el mundo".


Cracovia (AsiaNews) - A pesar de los trucos y la violencia del gobierno, los jóvenes católicos chinos en la JMJ de Cracovia tienen un sueño: "Llevar la JMJ a China. El gobierno ha hecho y está haciendo muchas cosas para desanimarnos, pero no podrán vencer siempre. El Partido tiene 70 años, la Iglesia 2000: estamos seguros. Tarde o temprano, el Papa se unirá a los jóvenes de todo el mundo en China". Lo dice a AsiaNews un grupo de jóvenes de la China continental, en Polonia, para unirse al resto de los chicos de todo el mundo para la gran fiesta de la misericordia en curso.

El grupo incluye a algunos feligreses de Beijing, Xian y Guangzhou. Los de esta última ciudad son los más afortunados, porque "no hemos tenido casi ningún problema. Pero muchos de nuestros amigos se quedaron en casa, queriendo venir, por miedo o debido a las amenazas veladas de las autoridades. Pero ahora estamos aquí y queremos disfrutar de esta reunión hasta el final". Alojados por varias familias polacas, han participado en la preparación de Varsovia y están en el país de Europa desde el 19 de julio. Ellos volverán a casa el 5 de agosto: terminada la JMJ, está planeando viajar a un santuario mariano continental.

Chen tiene alrededor de 20 años y viene de la capital china: "El lado religioso y espiritual de este viaje es por supuesto importante, pero hasta ahora lo que más me impresionó es el encuentro con el mundo. Yo había hecho un viaje al extranjero con mis padres hace cuatro años, pero fue con un grupo de turistas chinos: fuimos a Venecia, a Milán y a París. Pero aun así, era como estar en China, pues el idioma y la cocina eran siempre chinas. Pero aquí está todo el mundo, sin filtros. Y es realmente maravilloso".

La maravilla es mayor por la situación actual en el país asiático: "Parece que vivimos ahora en una especie de cárcel cultural. Hemos llegado a ser más ricos, tenemos más cosas, pero la escuela y las autoridades nos motivan para vivir siempre y sólo en nuestro mundo. El sólo hecho de conversar con los jóvenes de otros países es mal visto, imaginen entonces cómo es visto tratar de aprender más sobre otras culturas. En esto y más que nunca, la 'sinización', tan patrocinada por el gobierno, parece haber ganado la batalla".

Ocasiones como la Jornada Mundial de la Juventud derriban las barreras, y no sólo las relativas a la libertad religiosa: "Estamos preocupados por lo que sucederá cuando lleguemos a casa, por supuesto, pero ahora vamos. Y queremos disfrutar y comprender esta gran oportunidad. Vamos a participar de todos los eventos con el Papa Francisco, y de las catequesis matutinas en varias iglesias de Cracovia. Cuanto más avanzamos, más nos damos cuenta de que este viaje va a cambiar nuestra vida".

El pontífice llegará a Polonia mañana por la tarde: la apertura oficial de la JMJ tiene lugar esta tarde, con la misa en el parque de Blonia, que será celebrada por el cardenal Stanislao Dziwisz. Los jóvenes chinos seguirán todo el programa: "Sería un sueño oír a Francisco hablar de nuestro país. ¿Piensas que lo hará? Eso espero. Claro, yo entiendo que hay muchas cosas en juego: la relación entre Beijing y el Vaticano, la libertad de movimiento de nuestros sacerdotes, obispos en la cárcel... Pero si dedicara un pensamiento a nosotros, eso sería grandioso: incluso sólo una oración. No creo que Beijing se enoje.... "(VFP)