Malasia, el gobierno prohíbe trabajar en hogares islámicos a quienes no son musulmanes
de Joseph Masilamany

El gobierno aprueba una norma que bloquea la contratación de “infieles” en domicilios particulares. Protestan las asociaciones del rubro, los empleadores y las trabajadoras: en la mira se encuentran sobre todo las empleadas domésticas. Una agencia de colocación: “¿Cómo es posible que en Arabia Saudita y Qatar esté permitido y aquí no?" 


Kuala Lumpur (AsiaNews) – El Departamento de inmigración del gobierno malasio emitió un decreto que prohíbe trabajar en casas islámicas a las empleadas domésticas que no son musulmanas. La decisión desencadenó las protestas de las agencias de colocación y de los empleadores, que cuestionan el “alcance” de la norma. Los comentarios aparecidos en los últimos días en las redes sociales reverberan el mismo pensamiento: la religión no debe ser un obstáculo  al trabajo y a la convivencia.

Engku Ahmad Fauzi, presidente de la Asociación de empleadores del rubro doméstico en el país lo declaró de manera abierta: “La fe no debe ser un límite. Cuando se trabaja en una oficina, no te basas en la religión, y de la misma manera no debieran hacerse discriminaciones de este tipo para el trabajo doméstico”.

La propietaria de una agencia de colocación, que prefiere permanecer anónima, explica que el gobierno no ha informado al sector: “Me pregunto también cómo pude ser que en otros países musulmanes como Arabia Saudita y Qatar se permite a los musulmanes contratar a quienes no son islámicos, en tanto en Malasia esto ahora es prohibido”.

Zubir Rahman, industrial, tiene tres hijos: la nueva política lo asusta mucho, porque querría contratar una niñera oriunda de las Filipinas (único país asiático de mayoría católica), pero teme no poder lograrlo a causa de esta prohibición: “Prefiero a las domésticas filipinas, porque puedo fiarme de ellas”.  

El muftí del estado de Perak, Harussani Zakaria, admite, entre líneas, que el problema está vinculado justamente a las capacidades que demuestran tener las trabajadoras cristianas: “Admito que, según el islam, no está prohibido contratar a personas no musulmanas. Sin embargo, me preocupo por la fe de los niños: si ellos son criados por infieles, podrían adoptar prácticas de otras religiones”.