El “Escudo del Éufrates” preocupa a Moscú; en riesgo las relaciones con Ankara
de Nina Achmatova

Las operaciones turcas contra el EI en Siria, que son apoyadas por los EEUU, no agradan a Rusia, que invita a emprender “una coordinación amplia”. Expertos rusos: Erdogan da a entender que la prioridad sigue siendo la relación con los EEUU.  


Moscú (AsiaNews) – La operación militar de Ankara en Siria “cuenta con el apoyo de Washington, pero no con el de Moscú”. Así titula el diario ruso Kommersant  su nota sobre la operación “Escudo del Éufrates”, lanzada por Turquía en el norte de Siria. En la operación, medios blindados turcos y cerca de 5.000 milicianos de la Free Syrian Army, que se oponen al gobierno de Damasco, arrancaron de las manos del EI el distrito de Jarablus, situado en la frontera con Turquía. En apoyo de la Free Syrian Army, que por sus propias fuerzas enseguida habría caído en los enfrentamientos, se han movido los bombarderos cazas estadounidenses. La operación, no obstante, ha generado cierto descontento en Rusia.

Según una “fuente militar” de Kommersant, los servicios secretos de Moscú poseían información acerca de las intenciones de Turquía de llevar adelante la operación, “cuya envergadura, sin embargo, fue inesperada”. “Podía conquistarse esta pequeña ciudad con el uso de menos fuerzas –dijo la fuente-, no se detendrán en este distrito, y lo más probable es que avancen más allá”.

El ministerio de Relaciones Exteriores ruso expresó su “profunda preocupación” por la posibilidad de que el conflicto se degrade, fundamentalmente en lo que respecta a posibles víctimas entre la población civil y a una agudización del enfrentamiento inter-étnico entre kurdos y árabes”. Acto seguido, una fuente diplomática rusa invitó a Ankara a coordinar sus acciones con Damasco, a fin de que éstas sean “realmente eficaces”.

El anuncio del emprendimiento de las operaciones en Siria llegó el día de la visita a Ankara del vicepresidente de los EEUU, Joe Biden, quien se reunió con el premier Binali Yildirim. En una conferencia de prensa, Biden declaró que los Estados Unidos y Turquía continuarán atacando al EI en Siria; por su lado, Yildirim agregó que Ankara no permitirá una nueva formación kurda en su frontera meridional. Para el premier turco, los kurdos del PYD “son una extensión del PKK”, y pidió a Washington que revea su posición sobre la cuestión; los EEUU incluyen a las fuerzas kurdas entre los aliados en el campo de Siria, en su lucha contra el EI.

Según Aleksandr Vasiliev, experto del Instituto de Estudios Orientales, la operación “Escudo del Éufrates” está dirigida fundamentalmente contra los kurdos, aunque pretenda ser  enmascarada con una lucha contra el terrorismo internacional.  “El principal objetivo  -dijo en analista- es evitar que los cantones kurdos  se unan en un mismo enclave, en la frontera entre Siria y Turquía”. El director del Centro para el análisis estratégico, Ruslan Pukhov, subrayó el carácter simbólico de haber emprendido semejante operación coincidiendo con la visita de Biden. “Dado que la relación entre Ankara y Washington en las últimas semanas ha alcanzado su punto más bajo, para ambas partes esta operación se ha convertido en la ocasión ideal para despegar la atención de los problemas vinculados con Fethullah Gulen (de quien Turquía pide la extradición a los EEUU, por acusarlo del  intento de golpe del mes pasado) y demostrar que los dos países siguen siendo aliados estratégicos”.

Con el ‘Escudo del Éufrates’, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha dado una señal de que las relaciones con los EEUU siguen siendo una prioridad, y que prefiere actuar formando parte del cuadro de la coalición antiterrorismo liderada por Washington, en lugar de plegarse al liderazgo ruso. Según Kommersant, el ejército y la diplomacia de Moscú, en caso de producirse un agravamiento de la situación, están dispuestos a utilizar canales no oficiales de contactos bilaterales con colegas turcos, y, si fuera necesario, incluso expresar sus preocupaciones a los EEUU.

Las acciones de Ankara en Siria pueden comprometer seriamente el proceso de normalización de las relaciones bilaterales con Moscú, sobre el cual se pusieron de acuerdo hace pocas semanas el presidente Vladimir Putin y Erdogan, en su encuentro en San Petersburgo. “Erdogan sigue su propio juego y, como siempre, se encuentra del otro lado del campo” declaró el director del Centro ‘Rusia-Oriente-Occidente’, Vladimir Sotnikov.