Los cristianos de Warsak Road eran el blanco de los cuatro terroristas talibanes, que después se inmolaron. El enfrentamiento con la policía duró 40 minutos. La casa de Farooq Masih está en pedazos, pero él y su familia lograron ponerse a salvo. Los atacantes querían secuestrar a mujeres y niños.
Lahore (AsiaNews) - Todo Pakistán "está de luto por el el atentado ocurrido la semana pasada por una facción talibán contra la colonia cristiana de Warsak Road, cerca de Peshawar”. La afirmación es de Mons. Arshad José, Obispo de Faisalabad y Presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, y Shane Cecil Chaudhry, Director Ejecutivo de la misma comisión. Los líderes católicos condenan enérgicamente los dos ataques terroristas que han ensangrentado la provincia de Khyber Pakhtunkhwa: la primera, contra la minoría cristiana; la segunda, contra la corte Mardan, que ha matado a 13 personas e hirió a otras 60, incluyendo abogados, policías y civiles.
El 2 de septiembre, en la madrugada, un comando de cuatro terroristas pertenecientes a la facción talibán Jamaat-ur-Ahrar allanó el distrito habitado por cristianos. Samuel Masih, de 50 años, que viajaba a trabajar en el hospital, murió en el acto. Los talibanes también han provocado un tiroteo con los guardias de seguridad, que duró 40 minutos.
La defensa de los agentes ha evitado peores consecuencias y obligó a los atacantes a buscar refugio en los tejados el edificio del gobierno, que en ese momento estaba vacío, donde han detonado los cinturones de explosivos que llevaban puestos.
Uno de los cuatro saltó al pórtico de la casa de Farooq Masih, justo enfrente del edificio, que estaba dentro con su esposa y cinco hijos. Farooq dijo a AsiaNews que tan pronto como escuchó los primeros disparos, la familia se reunió en el cuarto trasero de la casa. "Agarré mi hijo Suleman - informa - que estaba en el cuarto de baño y cerré la puerta con llave. He puesto dos sofá contra la puerta para bloquear el acceso".
El estado de alerta del hombre salvó a su familia, porque entonces los terroristas acribillaron la puerta. Él recuerda: "Estábamos tumbados en el suelo. No sé lo que pasó. Hemos oído dos explosiones fuera y una de mis hijas se desmayó. Los ladrillos de la casa estaban cayendo por todas partes. Abrí la puerta de atrás y todo lo que hice fue gatear hacia la casa del vecino. Parecíamos ovejas. Rompimos la puerta principal y nos escondimos. Después de cinco minutos nuestra casa explotó".
El enfrentamiento duró alrededor de tres horas y Masih perdió todo. Su casa fue destruida, mientras que otras tres fueron parcialmente dañadas.
Samuel Masih, golpeado por nueve balas, fue enterrado al día siguiente. Su funeral fue celebrado por el obispo anglicano Earnest Jacob, tres pastores y un sacerdote. El obispo ha pedido que el enclave cristiano en todo Pakistán se garantiza una mayor seguridad. A continuación, informó que la policía encontró que los atacantes habían pasado la noche en un pueblo cercano y se iban a llevar a las mujeres y niños como rehenes a su escondite, de hecho, se encontraron víveres suficientes para soportar al menos 10 horas. "Su objetivo - informan – era quizás la iglesia, la escuela o la mezquita".
Suleman, 14, sobrevivió gracias a la sangre fría de su padre, aún recuerda las caras de los terroristas suicidas. "Dos de ellos - dice él - tenía más o menos mi edad, pero llevando armas grandes. Encontramos los pedazos de sus cuerpos por todas partes".