Invasión de lagartos gigantes: emergencia en Bangkok

Los reptiles, que llegan a tener tres metros de longitud, han alcanzado una población fuera de control. Al no poder manejados, merodean por el parque Lumpini asustando a los transeúntes y amenazando a los ciclistas. Las autoridades han organizado un comando especial para reducir el número de ejemplares. Los que puedan ser capturados, serán llevados a una reserva natural cercana. 


Bangkok (AsiaNews/Agencias) – Visitantes asustados, ciclistas heridos y la fauna del lugar ante una dura prueba. Es lo que ocurre en el parque Lumpini de Bangkok –el área verde más grande del centro de la capital tailandesa- a causa de la invasión de lagartos gigantes. Llamados “hia” por la población local, estos reptiles viven en el parque desde hace bastante tiempo, pero en el último período su número ha aumentado sin medida, llegando a contarse cerca de 400 ejemplares. Esto sucede, también, debido a su larga vida: 20 años como promedio.  

Llegando a medir tres metros de largo, estos lagartos merodean por el parque, indiferentes ante lo que ocurre a su alrededor, asustando a los transeúntes y cazando pájaros y tortugas, o alimentándose con los peces del lugar.  

Tawee Somnamee, de 49 años, que trabaja en el parque de 57 hectáreas, cuenta: “En el pasado acostumbraban robar comida a las personas, y esto provocaba que se los maldijera. Ahora, en cambio, se han registrado diversos incidentes, en los cuales los ciclistas atropellan a los lagartos y resultan heridos”.

 La situación está tornándose fuera de control para las autoridades, que han decidido constituir un comando especial para reducir el número de reptiles presentes en el Lumpini. “Ha llegado la hora de que los controlemos” dijo Suwanna Jungrungrueng, director del departamento comunal para el ambiente. A partir de ayer, 13 miembros del personal del parque están abocándose a dicha misión, armados de cañas de pescar, cuerdas y sacos. La estrategia es atraer a los reptiles con carnada, para hacerlos salir de los canales y pozos donde se esconden.

Una vez capturados, los “hia” serán trasladados a una reserva natural de una provincia vecina, Ratchaburi. Si bien estos reptiles no son muy queridos en Tailandia, hay quienes dicen que traen fortuna: “Si un hia viene a la casa de alguien –afirma Tawee-  esta persona se volverá rica”. El operario agrega que no todos los lagartos serán quitados del parque: “Algunos deben permanecer aquí, para que puedan ser admirados por los turistas”.