Obispos indios: Oremos por la paz en Cachemira
de Santosh Digal

Hablan el cardenal Oswald Gracias, Presidente de la Conferencia de Obispos de rito latino, y Mons. Kuriakose Bharanikulangara, Arzobispo de Faridabad. La lucha entre separatistas y ejército indio probablemente provocará un desastroso conflicto entre India y Pakistán, ambos con armas nucleares.
 


Nueva Delhi (AsiaNews) – Frente a la escalada de violencia en Cachemira, donde desde hace semanas se combate una guerra desgarradora entre los separatistas y el ejército federal, los obispos indios levantan sus voces y piden orar por la India y Pakistán. El cardenal Oswald Gracias, presidente de la Conferencia de Obispos de rito latino (CCBI), envió a AsiaNews una llamada en la que afirma: "Hoy, en el día que marca la fiesta de San Francisco de Asís, rezamos por la paz. Hago un llamamiento para que se pueda establecer el diálogo y la cooperación entre los dos gobiernos".

Hoy es el 88mo día de alto el fuego en el Estado indio de Jammu y Cachemira. El enfrentamiento entre separatistas y el Gobierno se ha endurecido en julio, cuando las fuerzas de seguridad han matado a Burhan Wani, entre los más famosos activistas por sus hazañas en las redes sociales. A partir de ese momento la vida en el Estado está paralizada: la población vive bajo fuertes medidas de seguridad, las escuelas, las universidades y las tiendas están cerradas. Algunos niños frecuentan las clases sólo gracias a la obra de voluntarios  que han abierto las puertas de sus casas y mezquitas para asegurar una continuidad en la enseñanza. Asimismo, las autoridades prohibieron la celebración de la fiesta religiosa para evitar encuentros.

A pesar de numerosas llamadas al dialogo en las últimas semanas el choque se precipito. El 18 de septiembre, un comando de militantes han irrumpido en la base militar india de Uri y mató a 18 soldados, antes de ser "neutralizado".

A las acciones de los separatistas, el gobierno indio ha respondido con dureza. Por un lado se ha puesto en marcha una campaña de "ataques quirúrgicos" contra las bases de militantes dispersos a lo largo de la frontera con Pakistán. El otro es el uso de la diplomacia para aislar Islamabad; boicoteó la cumbre Saarc para la cooperación entre los países del sur de Asia y ha acusado a Pakistán de patrocinar el terrorismo internacional.

La dureza de la reacción de la India, sin embargo, no ha frenado la violencia. En la noche del 2 de octubre, los militantes atacaron otra base india, la de Baramulla, y se han utilizado a civiles como escudos humanos.

El balance de esta ola de violencia, en un territorio en disputa entre los dos países desde 1947, es dramática: más de 90 muertos y más de 12 mil heridos. Último informe de prensa que la población está en estado de shock; Asimismo, el gobierno estatal ha pedido a los que viven dentro de un radio de 10 kilómetros de la frontera de evacuar.

Ante la posibilidad real de que la situación de lugar a una nueva guerra, la Iglesia Católica decidió hacer oír su voz. A AsiaNews  Monseñor Kuriakose Bharanikulangara, arzobispo de Faridabad, envió una nota en la que "condena enérgicamente el asesinato de soldados indios. Ahora ellos son los mártires". El prelado está preocupado por el giro que tomó el concurso y dice: "Ahora es el momento en el que la razón y el sentido común debe prevalecer sobre la emoción y la venganza. El Padre de la India, Mahatma Gandhi, dijo que la política del "ojo por ojo' hará ciegos. Cualquier acción inmediata contra Pakistán va a exacerbar el conflicto. Y eso es exactamente lo que quieren los terroristas".

Según Mons. Bharanikulangara, cada "ataque decidido a la ligera puede conducir a una guerra, con consecuencias desastrosas para el país", especialmente porque tanto la India como Pakistán tienen armas nucleares. Al tiempo que subraya la necesidad de "fortalecer el camino del diálogo y la diplomacia", también dice que "es importante reforzar las fronteras e impedir la infiltración de terroristas en la India". "Pakistán - concluye - debe ser puesto en la barra y aislado desde el punto de vista internacional por su patrocinio del terrorismo".

(Colaboró Nirmala Carvalho)