Los Estados Unidos atacan posiciones de los radares de los rebeldes Houthi en Yemen

El ataque es en respuesta al lanzamiento de misiles dirigidos contra un cazatorpedero de los EEUU: los cohetes habrían partido del territorio controlado por los rebeldes. Vocero del Pentágono: Acciones “de carácter defensivo” para proteger los intereses marítimos americanos. Líder Houthi desmiente: No hubo ningún ataque a naves de guerra. 


Saná (AsiaNews/Agencias) – El ejército estadounidense atacó posiciones de radares en Yemen,  luego de que una nave de guerra americana que se encontraba en el Mar Rojo fuera atacada con misiles, siendo esta la segunda vez que ocurre en un lapso de pocos días. De acuerdo a lo referido por el Pentágono, fueron destruidos seis radares que estarían implicados en los ataques misilísticos efectuados recientemente; las posiciones fueron  localizadas en territorios controlados por los rebeldes chiíes Houthi, y fue el mismo presidente Barack Obama quien autorizó la operación.

Al comentar el asunto, un vocero de los Houthi declaró ante la agencia Saba que no hubo ningún ataque contra naves de guerra.

Fuentes oficiales de la marina americana explican que el ataque de los EEUU partió del cazatorpedero USS Nitze y que fueron utilizados misiles de crucero Tomahawk.

Peter Cook, vocero del Pentágono, se refirió a estos como “ataques de carácter defensivo” lanzados con el solo objetivo de “proteger a nuestro personal, a nuestra nave y nuestra libertad de navegación en este importante cruce marítimo”. “Los Estados Unidos responderán de modo apropiado a cada nueva amenaza que surja a futuro, sea ésta contra nuestras naves o contra el comercio marítimo”, agregó.

El 9 de octubre pasado, desde el puerto de Al-Hudaydah, sobre el Mar Rojo, lugar controlado por los rebeldes chiíes vinculados a Irán, partieron dos misiles en dirección al  USS Mason, un cazatorpedero y lanzamisiles que navegaba a lo largo de la costa; los cohetes cayeron en el agua antes de centrarse en el objetivo, y por ende no provocaron daños ni heridos. Asimismo, un ataque similar fue verificado ayer, detonando una reacción por parte de la marina estadounidense.

Desde enero de 2015, la nación del Golfo es escenario de un  sangriento conflicto interno en el cual se oponen la plana de líderes sunitas del ex presidente Hadi, que es sostenida por Riad, y los rebeldes chiíes Houthi, cercanos a Irán. En marzo de 2015, una coalición árabe encabezada por los sauditas  promovió ataques contra los rebeldes, que terminaron bajo la mira de las Naciones Unidas a causa de las víctimas provocadas, que incluyeron niños. Al día de hoy, ya han muerto cerca de 10.000 personas, de las cuales aproximadamente 4125 son civiles. Hay al menos 2,5 millones de desplazados a causa del conflicto.  

La coalición saudita – que ha terminado en el centro de una investigación internacional independiente según la cual “un tercio” de los ataques aéreos habrían impactado en objetivos civiles- recibió vasto apoyo logístico y de inteligencia por parte de los Estados Unidos. Sin embargo, en el último tiempo, las relaciones entre ambos parecen haberse enfriado (al menos según los canales oficiales), precisamente a causa del alto número de víctimas civiles provocadas.

A este respecto, el último episodio fue un ataque aéreo perpetrado contra la vigilia fúnebre del padre de un alto oficial Houthi; en dicho ataque –que recibió una fuerte condena de las Naciones Unidas- murieron más de 140 personas.  Hasta ahora, Riad no ha admitido de manera oficial su responsabilidad directa en el asunto, sobre el cual fue iniciada una investigación interna y a raíz del cual se ha ofrecido garantizar atención médica para los heridos.