Transiberiana, el ferrocarril más largo del mundo: ¿renovación o fracaso?

La más famosa vía de transporte entre Europa y Asia cumple 100 años. China, Japón y países occidentales tratan de buscar vías alternativas menos caras. Una posibilidad: la ruta ártica. 


Moscú (AsiaNews)- Este mes el ferrocarril transiberiano (o “Transib”, como lo llaman en modo familiar en Rusia) cumple 100 años. Para el ferrocarril más largo del mundo (9288 Km.) no se prevé ninguna celebración a causa de la edad avanzada de la estructura y de las dificultades económicas de Rusia. La “Transib”, desde siempre codiciada por apasionados viajadores y artistas de todo el mundo y hoy reducida a casi su extremo, tanto que muchos se preguntan si tendrá un futuro. Si bien exista un proyecto de renovación o restauración, esto podría realizarse sólo en parte a causa de la corrupción y por la falta de una transparente cultura legal. Al inicio del año, la Cámara de comercio ruso descubrió que la Russian Railways-mayor empresa de transporte ferroviario ruso- usó sólo 3,7 de los 50 millones de rublos destinados para la reconstrucción de los ferrocarriles. El resto del dinero fue invertido en negocios en apariencia más rentables del mantenimiento ferroviario. Los créditos estaban destinados para modernizar 88 puestos, en cambio los trabajos se realizaron sólo 30 de ellos.

Otro factor que lleva hacia la salida de escena del ferrocarril es la urgencia por los socios comerciales de Rusia de encontrar una vía de tránsito menos cara entre Europa y Asia. Las hipótesis alternativas son diversas: China, Japón y países europeos podrían hacer pasar las mercaderías a través de otras fronteras o aprovechar la ruta a través del Mar Glaciar Ártico, que se convirtió en más transitable a causa del calentamiento global.

El plazo previsto por las autoridades rusas para iniciar la renovación de la “Transib” y del trecho ferroviario de Baikal-Amur (4234 Km.), fue postergado por un año. La eventual renuncia al proyecto de modernización significaría para Rusia perder mucha de la influencia comercial en Asia. La transiberiana transporta de hecho el 30% de las exportaciones anuales del país. El estudio contable occidental Deloitte, sostiene que el Kremlin podría fácilmente gastar el 45% menos de lo previsto para reconstruir la Transiberiana y el trecho Baikal-Amur. El ministro ruso Mikhail Abyzov, subscribe y se dice favorable a la modernización, que considera un importante objetivo para el gobierno.