El 12 de octubre pasado, Sixtus Baggio Leung Chung-hang y Yau Wai-ching juraron por la “nación de Hong Kong”, exhibiendo una pancarta con la leyenda “Hong Kong no es China”. El gobierno quiere expulsarlos, pero las reglas dicen que ellos sólo pueden ser expulsados con la votación de dos tercios del parlamento. Pero los demócratas tienen casi la mitad de los votos. Toda una señal para Beijing.
Hong Kong (AsiaNews) – El parlamento de Hong Kong (LEGCO, Legislative Council) no logra reunirse debido al “caos” y la “parálisis” que se han generado tras el juramento explícito de dos jóvenes parlamentarios localistas, que reivindican la soberanía de Hong Kong.
El LEGCO ya se ha reunido dos veces, el 12 de octubre y ayer, pero todo concluyó con tensiones, insultos, gritos, mientras afuera se manifestaban grupos a favor de Beijing y grupos favor de la independencia (los llamados localistas).
El 12 de octubre pasado, en la apertura de la legislatura, todos los parlamentarios debían expresar su juramento según una fórmula establecida. Sixtus Baggio Leung Chung-hang y Yau Wai-ching, dos miembros del grupo Youngspiration, recientemente elegidos, decidieron cambiar la fórmula del juramento, prometiendo un apoyo a la “nación de Hong Kong”, y al referirse a la República popular china (la madre patria) usaron el término “China”, una variante de “Shina”, que los ocupantes japoneses usaban para indicar al país del Dragón. Es más, ellos juraron envueltos por una pancarta en la que se leía la leyenda “Hong Kong no es China”. El secretario general del LEGCO declaró dicho juramento como inválido y propuso que ambos volvieran a efectuarlo, si, para ello, hacían un pedido por escrito dirigido a él.
El nuevo juramento debía ser pronunciado el 10 de octubre. Pero dos días antes, el gobierno declaró que los jóvenes estaban descalificados y que serían excluidos del parlamento.
Pero ayer los dos jóvenes parlamentarios, escoltados por ocho miembros del parlamento que defienden la democracia, llegaron al recinto del LEGCO rodeados de decenas de fotógrafos, por lo cual fueron criticados por los parlamentarios a favor de Beijing, que amenazaron con retirarse. La sesión fue pasada a una nueva fecha.
El grupo que se manifiesta a favor de Beijing, al que se ve debilitado en el parlamento tras las elecciones de septiembre pasado, espera penalizar al grupo pro-democracia, alzando la bandera del patriotismo y del amor por la patria china.
El grupo pro-democrático subraya que, según las reglas, la exclusión de un parlamentario sólo puede darse si ésta es votada por 2/3 del mismo parlamento: algo que difícilmente vaya a ocurrir, puesto que los demócratas tienen casi la mitad de los votos.