Ofensiva árabe-kurda para reconquistar Raqqa, bastión del Estado islámico

En las operaciones, involucradas milicias kurdas y fuerzas árabes, apoyados por ataques aéreos de la coalición de EEUU. Para Daesh la pérdida de Raqqa y Mosul significa su fin. En Raqqa el cuadro “es más complicado que en Mosul. Excluida Turquía.


Damasco (AsiaNews/Agencias)- Milicias kurdas y árabes han iniciado una operación para conquistar la ciudad de Raqqa, de enero de 2014 bastión del Estado islámico (EI) en Siria. Ataques aéreos de la coalición que guía EEUU apoyan la avanzada en el terreno la Fuerzas democráticas sirias (SDF) que, junto a las milicias étnicas árabes, ya han conquistado terreno en las zonas en el norte de la ciudad.

La ofensiva anunciada en el curso de una conferencia de prensa realizada en Ain Assa, a uno 50 Km. de Raqqa, inició ayer y está dividida en tres fases diversas. La primera mira en aislar la ciudad y rodear a Deash (acrónimo árabe para designar al Estado islámico). El segundo paso es limpiar la ciudad de los yihadistas.

El inicio de la ofensiva contra el bastión del EI en Siria a tres semanas del inicio de una operación anónima en Irak, para liberar Mosul a los yihadistas.

En un estudio difundido por Ihs Conflict Monitor emerge que, desde el inicio del año, Daesh perdió al menos el 16% de los territorios poseídos y más de un cuarto respecto a enero de 2015. Una eventual derrota de los yihadistas en Raqqa (y Mosul) significaría el fin del presunto “Califato”.

La operación militar contra Raqqa, denominada “Ira del Éufrates”, involucra a unos treinta mil combatientes. A éstos se agregan unos cincuenta expertos de guerra americanos con la tarea de guiar y coordinar los ataques aéreos.

De la captura de parte del Estado islámico, Raqqa (como Mosul) fue teatro de algunas de las peores atrocidades cometidas por los yihadistas desde las lapidaciones a las decapitaciones, de la trata de las esclavas del sexo al quemar vivos a los prisioneros de guerra.

La coalición internacional guiada ´por los EEUU participa ya sea de la ofensiva contra Mosul, como en el asalto de Raqqa. Sin embargo, analistas y expertos de política militar subrayan las profundas diferencias de las dos operaciones. Después de cinco años de guerra, que provocó trescientos mil muertos (430 mil según otras fuentes) y millones de prófugos, Siria se presenta fragmentada entre los diversos actores en campo: las fuerzas fieles al presidente Assad, las milicias rebeldes, las fuerzas de la oposición y los grupos yihadistas, entre los cuales el EI. Además, la coalición comprometida en la avanzada contra Mosul apoya el gobierno iraquí y las autoridades de Bagdad; diversa la situación en Siria, en la cual gran parte de Occidente y del mundo árabe está en abierta oposición a Damasco y al presidente Assad.

Turquía, que confina con el norte de Siria, no prenderá parte en la ofensiva contra el bastión del EI. Esto fue confirmado por la misma dirigencia de las Fuerzas democráticas sirias, las cuales han “con cordado” con Washington que “no habrá ningún rol para Turquía o sus fuerzas aliadas” en la operación en Raqqa.

Ankara considera una fuerza hostil a las milicias kurdas comprometidas en el terreno sirio por su cercanía al PKK, el partido de los trabajadores kurdos prohibidos en Turquía porque es considerado una organización terrorista.