Breaking the Silence, premiada por la lucha “por afuera del consenso” contra la ocupación

La ONG activista fue distinguida con el Berelson Prize por el diálogo árabe-israelí. La rectoría de la Universidad de Ben Gurion en Neguév impidió la entrega del mismo. Académicos e intelectuales han ideado un premio alternativo como protesta. Amos Oz: “La historia enseña que los que son rotulados como traidores, con el tiempo se demuestra que eran precursores”.


Jerusalén (AsiaNews) – En el marco de una ceremonia “alternativa”, el movimiento israelí Breaking the Silence (BTS) recibió una suma de dinero y una distinción honorífica denominada “por afuera del consenso” de la Universidad  Ben Gurion del Neguev. Un reconocimiento al trabajo desarrollado por el controvertido grupo activista, que meses atrás fuera distinguido en el ámbito del Berelson Price por el diálogo árabe-israelí,  pero que fue cancelado por las autoridades del ateneo. En respuesta a la decisión de la rectora Rivka Carmi, los profesores han formulado un reconocimiento distinto para entregar  a la ONG israelí. El 7 de noviembre se celebró la ceremonia de entrega en presencia de académicos, activistas e intelectuales, y entre ellos estuvo el escritor  Amos Oz.

Breaking the Silence (BTS), es una ONG israelí que recoge los testimonios de los veteranos y ex miembros de las fuerzas armadas (IDF) sobre la violencia contra los palestinos en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. Fundada en 2004, también tiene la intención de proporcionar a los soldados un lugar para discutir, reflexionar, hablar de forma confidencial de su experiencia.

Justificando la decisión de retirar la asignación del premio (dedicado a la memoria de Yitzhak Rabin), en junio pasado la rectoría de la Ben Gurion declaró que BTS es una organización que opera "fuera del consenso nacional". Una elección que había enfurecido al comité que otorga el premio (la facultad de Estudios de Oriente Medio), así como gran parte del personal académico y de benefactores de la universidad que han denunciado un clima de "tiranía del consenso".

Los líderes de BTS han recibido con alegría el premio alternativo, dando las gracias a la Universidad y la sociedad civil por esta demostración de "solidaridad y firmeza" en la resistencia a la corrupción moral y el intento de "silenciar" el activismo civil. "Estamos encantados - continúa la declaración - que este evento haya enfrentado al peligro de consenso a toda costa, y la continua ocupación".

Yuli Novak, director ejecutivo de la ONG, señala con el dedo a los que "permiten prosperar la ocupación" y a cuántos "aunque no la apoyan, permanecen en silencio" y no hacen nada para contrarrestarla. Contra cuántos saben que "pone en peligro el futuro de Israel, pero no surgen"; contra aquellos que reconocen que "la ocupación contradice y debilita la democracia, pero prefieren permanecer dentro del consenso".

En la ceremonia de adjudicación de honores "alternativa" otorgado por los académicos "fuera del consenso" también habló Amos Oz, que ha entregado en mano el premio y pronunciado un discurso de apertura. "A veces - dijo el escritor israelí e intelectual - la historia enseña que los que son rotulados como traidores, con el tiempo se demuestra que eran precursores".

Bajo el título "La traición y la lealtad," el discurso de Amos Oz ha exaltado el valor del grupo activista y denunciado al mismo tiempo, los acontecimientos de "ira, odio y hostilidad" contra "organizaciones como Breaking the Silence, B'Tselem y Peace Now”. Ataques que vienen no sólo "por los miembros de la extrema derecha, sino también por personas que dicen ser moderados".

El punto, dice Oz, es que la realidad como BTS "molestan" a los justos, los que quieren que Israel muestre "su cara amable", pero denuncian los movimientos activistas "que dañan esta imagen". Es triste que muchos de ellos terminan recibiendo golpes muestran "las distorsiones morales del país".

En los últimos meses los activistas de Breaking the Silence han sido objeto de una ola de ataques sin precedentes, orquestada por los movimientos de extrema derecha israelí cercanos al ejecutivo. Una campaña de descrédito prolongada en el tiempo y de alta intensidad, con los niveles más altos de participación política que incluye el mismo primer ministro Benjamín Netanyahu.

Los miembros del grupo se han quejado en el pasado reciente de "infiltración" dentro de la misma ONG. El objetivo de estas acciones perturbadoras ha sido alimentar el clima de miedo y una sensación de paranoia entre los propios activistas pro derechos humanos. Un clima de caza de brujas que también afectó a otros grupos, como ocurrió el pasado enero cuando las oficinas de la ONG israelí B’Tselem a Gerusalemme fueron objeto de un incendio, probablemente provocado.