Lahore, pena de muerte para los asesinos de la pareja cristiana que fue quemada viva por blasfemia
de Shafique Khokhar

En el 2014, los cónyuges Shahzad y Shama fueron linchados y arrojados a un horno. Ellos eran padres de tres niños, que ahora son asistidos por una asociación católica. Los cinco musulmanes condenados también deberán pagar una multa. “El veredicto va en una dirección justa, para garantizar el Estado de derecho”.  


Lahore (AsiaNews) – En tribunal de antiterrorismo de Lahore ha reconocido culpables a los asesinos de una pareja cristiana, que fue quemada viva por presunta blasfemia, y los condenó a la pena capital. Es lo que reporta la asociación British Pakistani Christians (BPCA), según la cual los cinco musulmanes autores del brutal homicidio –entre ellos figura un líder religioso- además deberán pagar una multa de 200.000 rupias cada uno [cerca de 1800 euros]. Otros ocho arrestados deberán descontar dos años en prisión.  Hamza Arshad, un musulmán, afirma ante AsiaNews: “Aunque resulta difícil apoyar la pena de muerte, la misma se justifica por el horrible evento. Esperamos que la aplicación del castigo  en el futuro funcione como disuasivo para evitar barbaries semejantes”.

El caso se remonta a noviembre de 2014, cuando los cónyuges Shahzad Masih, de 28 años, y su mujer Shama, de 25 y encinta, que ya eran padres de tres niños, fueron agredidos y ajusticiados por una multitud enfurecida de cuando menos 400 personas, incitada por un líder religiosos local. La pareja se había mudado cuatro años antes al pueblo de Chak 59, en el distrito de Kasur (a unos 60 km de Lahore), para trabajar en una fábrica de ladrillos. Un colega del hombre dijo haber visto a Shama quemando páginas del Corán –en realidad vinculadas a “hechizos y fórmulas mágicas”- y lo acusó de insultar al islam. Fueron secuestrados y golpeados y luego arrojados al horno de ladrillos de la fábrica.

Arshad declara: “Pakistán difunde la intolerancia contra las minorías. En la mayor parte de los casos, las leyes de blasfemia son distorsionadas por motivos personales o bien son utilizadas para incitar a las multitudes a hacer justicia por mano propia. Estamos contentos de que los jueces hayan emitido la sentencia, incluso bajo la amenaza de padecer el terror de guerrilleros santos”.

Michelle Chaudhry, presidente de la Cecil and Iris Foundation (CICF), que pidió la  custodia de los tres hijos de la pareja y se ha ocupado de su educación, agrega: “Dos vidas inocentes han sido quitadas con brutalidad y tres niños han sido dejados huérfanos a causa del nivel de extremo fanatismo presente en nuestra sociedad. Sin lugar a dudas, los responsables de este gesto terrible deberán ser llevados ante la justicia. Estamos felices de que se haya confirmado el Estado de derecho”.

“Como activista por los derechos humanos –subraya- yo no apoyo la pena de muerte, si bien este veredicto abre el camino a la ley. Anteriormente nadie fue castigado por los incidentes ocurridos en Shantinagar en 1997,  en Sangla Hill en el 2005 y en Gojra en el 2009. Esta situación de ausencia de la ley ha garantizado la impunidad de los culpables. Ellos identifican a las minorías religiosas como blancos débiles que han de ser explotados para perseguir objetivos personales, usando a tal fin las acusaciones de blasfemia. La sentencia construirá un clima de confianza en el sistema judicial y un sentido de seguridad entre las minorías”.  

Según Ishtiaq Ahmed, profesor de Política y gobierno en la Universidad de Lahore, y profesor emérito de la Universidad de Estocolmo, “el veredicto va en la dirección justa. De todos modos, hasta tanto éste no sea sostenido por medidas comprehensivas  y que éstas se muestren decididas a demoler la ideología del extremismo, siempre podrán darse incidentes de este tipo.