Alepo, interrumpidas las operaciones de evacuaciĆ³n. Para rebeldes y yihadistas: acuerdo o muerte

En dos días unos seis mil, entre rebeldes y civiles han dejado la última porción de la ciudad en manos de los opositores. Moscú y Ankara quieren llevar los coloquios de paz de Ginebra a Astana. La causa siria del corazón de Europa al corazón de Asia.


Alepo (AsiaNews). Se interrumpieron las operaciones de evacuación de la ciudad de Alepo, con noticias de disparos contra los civiles en fuga y una recíproca acusación entre el ejército y los rebeldes de violación de los acuerdos. En dos días al menos seis mil entre civiles y rebeldes han dejado la metrópolis del norte de Siria, ya casi del todo en manos de las tropas lealistas fieles al presidente Bashar al Assad. Entre éstos hay también uno 2700 niños.

Los rebeldes acusan a los soldados gubernamentales de haber abierto el fuego contra los autobuses dispuestos para el transporte de los civiles en fuga del ssctor oriental. El ejército sirio acusa a los rebeldes y a los yihadistas que habrían intentado traficar prisioneros y armas pesadas fuera de la ciudad.

Mientras tanto se mueve la (frágil) diplomacia internacional, en el intento de buscar una solución a la crisis. En el fin de semana está previsto un voto en el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas sobre una propuesta francesa para regular el trabajo de los observadores internacionales, la distribución de ayudas humanitarias y la protección de los hospitales.

El acuerdo para evacuar a los últimos combatientes y yihadistas del 1% de territorio que quedó bajo el control de ellos en Alepo, iniciado el pasado 15 de diciembre, se interrumpió ayer después de la violación de los términos por parte del frente rebelde. Los milicianos no han permitido, como en cambio estaba previsto en un primer momento, la salida de civiles, enfermos, ancianos de las dos ciudades de al Fuaa y Kafrya, en la periferia de Idlib, bajo el control del gobierno y asediados por los yihadistas.

Los autobuses que se dirigían a Fuaa y Kafrya para evacuar a heridos y casos graves fueron atacados por misiles y tiros de francotiradores a la altura del bloque vial de Ramusa, en Alepo. Los disparos han impedido a los vehículos continuar para poder realizar su misión, como establecido por los acuerdos.

También cayeron una decena de misiles contra los barrios liberados de Alepo, provenientes de zonas controlados por los yihadistas. Las ambulancias de la Medialuna roja empleadas para transportar a los heridos graves de las dos ciudades bajo el control del gobierno y asediadas por los yihadistas a Idlib fueron detenidas en los puestos de control del gobierno de los milicianos en Tall Baklo y Kalaat al Medik, en la periferia de Hama.

Los habitantes de Al Fuaa y Kafrya refugiados en Alepo en aquel punto han bloqueado la ruta de Al ramusa que va desde Alepo sur. Ellos entonces han impuesto de hecho la interrupción de la evacuación de los combatientes rebeldes y yihadistas, hasta ahora permanecieron en aquella que un tiempo era la capital económica y comercial de Siria.

En las últimas horas surgió además que los yihadistas han violado otras dos puntos del acuerdo, alcanzado gracias al patrocinio de Moscú y Ankara: la prohibición de transportar en la fuga armas pesadas y sistemas radio -trasmisoras. A esto se agrega el intento fallido de llevar con ellos a los civiles que están como rehenes y prisioneros.

En la noche entre el 15 y el 16 de diciembre se escucharon fuertes explosiones y columnas de humo denso en ese 1% de territorio aún no liberado de Alepo este, todavía no liberado por el ejército regular sirio. Los yihadistas estaban quemando documentos comprometedores e hicieron explotar depósitos de armas sofisticadas en su posesión, para evitar que cayeran en manos del gobierno. Además se descubrió la presencia de “armas no convencionales” y el intento de quemar todo lo que podría ser comprometedor, entre los cuales pruebas de tráfico de órganos, según muchas fuentes realizado por los yihadistas junto a otros horribles tráficos.

En menos de dos días salidos de Alepo, 9500 combatientes y yihadistas con sus familiares, mientras que los combatientes sirios originarios de la ciudad y pertenecientes al grupo yihadista de Nur el Din EI Zanki, prefirieron permanecer deponiendo las armas y rindiéndose al gobierno. En precedencia, combatientes turkmenos pertenecientes al mismo grupo habían dejado el área uniéndose al ejército turco comprometido en la invasión del norte de Siria.

El ejército regular sirio hizo saber que la paciencia se agotó y amenazó a los combatientes que aplicaría el acuerdo alcanzado en todos sus puntos, de otro modo salta y el ejército está preparado para conquistar-en las próximas horas y en un modo fácil-el resto del territorio no liberado de Alepo. Los yihadistas todavía presentes serán tomados prisioneros. Delante de los combates no quedan que tres alternativas: la evacuación según el acuerdo, la rendición o la muerte.

Mientras tanto del frente de Idlib, donde llegaron los combatientes salidos de Alepo, llegan imágenes y filmados de gran desesperación y desilusión. Un yihadista llorando dijo: “Somos mujeres no somos hombres” pronunciando mientras tanto una serie de insultos contra todos los traidores y contra los aliados que los ilusionaron que los iban a apoyarlos hasta la victoria, en cambo los han abandonado. A recibir a los nuevos llegados a Idlib estaban presentes también los miembros de la Medialuna turca, ayudados por los soldados de Ankara que han transportado muchos de los llegados a territorio turco de Idlib. Una demostración, si aún fuese necesario, del discutible rol de Turquía y los fortísimos ligámenes con los grupos armados yihadistas en lucha en Siria.

De Alepo liberada son visibles las marcas del horror dejado por los terroristas islámicos, lugares de culto profanados y tumbas saqueadas y con tratamientos de vándalos. “Hasta los muertos no han tenido paz con ellos”, afirmó un civil, que ha agradecido delante de las cámaras de la Tv de Estado, al gobierno y Rusia por haber liberado la ciudad “del infierno en la tierra”.

La liberación de Alepo relanzó la cuestión de una solución política y tratativas de paz entre oposición y gobierno sirio. Moscú, aventajándose del traspaso del poder en Washington, decidió junto a los turcos que se realizarán no más en Ginebra sino en Astana, capital de Kazajistán.

Astana deriva su nombre dela actual Estambul, ex Constantinopla, la capital del Califato del imperio Otomano y habla al corazón del neo-otomano Erdogan y de los yihadistas. Pero, esta representa también un puente para Rusia, que desea llevar la causa siria del corazón de Europa al corazón de Asia, en una de las repúblicas ex-soviética de etnia turca (PB).