Ayer fue presentado el primer estudio sistemático sobre los costos económicos de los desórdenes realizados en julio pasado. Los costos humanos son ya conocidos: unos 100 muertos y 12 mil heridos. El colapso del turismo, transportes, artesanado, pequeños comercios. Los estudiantes han completado sólo la mitad del programa de estudios.
Srinagar (AsiaNews)- Los cinco meses de revuelta que han involucrado a Cachemira entre julio y diciembre 2016 “costaron” 16 mil crores, o sea 2,2 millardos de euros. Lo revela el primer estudio oficial presentado ayer por Haseeb Drabu, ministro de Finanzas de Jammu y Cachemira, que expresa también económicamente los números de la tragedia desencadenada por el enfrentamiento entre rebeldes y fuerzas gubernamentales después del asesinato del famoso separatista Burhan Wani.
Se trata del primer informe económico conducido en manera sistemática desde cuando en julio inició la violencia. Si los “costos humanos” eran ya conocidos- unas 100 personas muertas y 12 mil resultaron heridas- aquellos en términos de pérdidas económicas ya habían sido calculadas.
La Economy Survey 2016 evidencia lo que los activistas y organizaciones internacionales, líderes religiosos islámicos y vértices de la Iglesia católica habían ya subrayado: los desórdenes han provocado “miserias tremendas, pérdida de vidas humanas, bloqueo completo de las actividades económicas del Valle de Cachemira, pérdida de millones de euros en propiedades”. “La suspensión de los servicios internet, celular y telefónico por largos períodos durante la insurrección- se lee en el documento-han dado las comunicaciones en el estado muy difícil. Huelgas, barricadas, lanzamiento de piedras, toque de queda y restricciones han inmovilizado la vida en todos los 10 distritos del Valle”.
Los expertos expresan preocupación por las condiciones sanitarias del Estado, desde el momento que los servicios médicos “fueron severamente afectados; pacientes con enfermedades crónicas, problemas cardíacos y aquellos que necesitan de diálisis y tratamientos continuos sufren mucho; la falta de curaciones de emergencia ya causaron la muerte de diversos pacientes”.
El bloqueo de las autopistas y el estado se sitio en muchas zonas del territorio provocaron daños irreparables a comercios y pequeñas empresas. También al turismo, desde siempre voz económica fundamental de la región, está en condiciones desastrosas: desde julio no se registró ninguna llegada de visitantes y todas las atracciones están cerradas. Todo lo que rendía las actividades está colapsadas, entre ellos los hoteles, restaurantes, transportes, artesanado.
También el sector educativo, no obstante el compromiso de algunos docentes voluntarios que han continuado las lecciones en habitaciones privadas o mezquitas, han sufrido mucho por la clausura de las escuelas. Además del hecho que algunos edificios fueron quemados en estos meses, los estudiantes no han podido terminar el programa de estudios ministeriales, circunstancia que los hace menos competitivos respecto a los colegas en el plano nacional. Además el 95% de ellos se presentó a los exámenes de fin de curso de la 12° clase, pero con la exención de mitad del syllabus.