Pakistán, desaparecieron cuatro activistas laicos. Quizás hayan sido raptados por la policía

Se trata del profesor Salman Haider y de los blogueros Waqas Goraya, Aasim Saeed y Ahmad Raza Naseer. Los cuatro hombres desaparecieron la semana pasada en ciudades diferentes. En las redes sociales, habían expresado posiciones contrarias al extremismo religioso y criticaron a los sectores radicales del gobierno y de los militares.


Islamabad (AsiaNews/Agencias) – La semana pasada, cuatro activistas laicos desaparecieron de la nada en varias ciudades de Pakistán. Se trata del profesor Salman Haider y de tres blogueros: Waqas Goraya, Aasim Saeed y Ahmad Raza Naseer. Los cuatro hombres son bien conocidos por sus posiciones -que expresan a través de comentarios en las redes sociales- críticas del extremismo religioso y de los sectores radicales presentes en el gobierno y en el ambiente de los militares. Ayer, en todo el país, cientos de personas salieron a las calles para pedir que se esclarezcan totalmente estas misteriosas desapariciones, y para que los activistas puedan regresar pronto junto a sus familias.

Los sostenedores y amigos de los activistas expresan gran preocupación por la suerte de sus seres queridos, llegando incluso a plantear la hipótesis de un secuestro efectuado por las agencias de gobierno. Al hablar ante la multitud reunida en Islamabad, el senador Afrasiab Khatak, ex presidente de la Human Rights Commission of Pakistan, afirmó: “Esto es acoso de Estado. Quien haya hecho todo esto infringió la ley. Este país no pertenece ni a los generales, ni a los burócratas, ni a los capitalistas, ni a los señores feudales, sino que pertenece a su pueblo. No nos quedaremos en silencio”.

Salman Haider es un reconocido poesta y enseña en la Fatima Jinnah Women’s University de Rawalpindi. Desapareció el 6 de enero en Islamabad, en tanto dos días antes se perdieron los rastros de los primos Waqas Goraya y Aasim Saeed. Por último, el 7 de enero desapareció el bloguero Ahmed Raza Naseer, enfermo de poliomielitis, quien tal vez fue secuestrado mientras se encontraba en su negocio situado en Skeikhupura, cerca de Lahore.

El ministro del Interior anunció que llevará adelante una investigación sobre el profesor Haider, que había denunciado públicamente algunas desapariciones ocurridas en Baluchistán, pero no hizo referencia a ninguno de los tres blogueros.

Shahzad Ahmed, quien dirige la ONG “Bytes for All”, que se ocupa de la seguridad en la web, refiere que “las personas desaparecidas jamás comparecieron ante un juez ni fueron inculpados de delito alguno. La manera en que desaparecieron resulta preocupante, no sólo para las familias, sino para todos los internautas y para los usuarios de los medios sociales en el país”. Según otros activistas, mientras que en el pasado las autoridades estatales han implementado controles estrictos sobre los medios televisivos, ahora éstos habrían ampliado su radio de acción para abarcar también el espacio digital.

En una editorial publicada en Dawn, el diario más importante de Pakistán en idioma inglés, se subraya que no se “puede ocultar la desagaradable verdad: se sigue sospechando que Pakistán está involucrado en la desaparición o en la detención ilegal de una serie de ciudadanos particulares. Ahora […] se ha abierto un nuevo capítulo en la actuación turbulenta del Estado, en la guerra ilegal contra la sociedad civil. No basta con que el gobierno y la policía declaren que quieren abrir una ivestigación sobre las desapariciones. El Estado, precisamente por ser ejecutor de la ley, no puede estar por encima de la ley”. Brad Adams, director de Human Rights Watch para el continente asiático, agrega: “La naturaleza de estos hechos, que claramente son raptos, pone en aviso al gobierno de que debe optar entre ser parte de la solución o ser considerado responsable por su rol en el problema”.