En Astaná, un tímido “viraje” en los primeros coloquios de paz directos centrados en Siria

Para Turquía, el encuentro ha incrementado el nivel de “confianza” entre los dos frentes. Experto ruso: Es el “inicio de un proceso” que tiene un impacto importante desde el punto de vista “psicológico”. Pero siguen siendo distantes las posiciones entre gobierno y rebeldes, a la espera del encuentro de la ONU en Ginebra. 


 Astaná (AsiaNews/Agencias) – Se puede decir que se ha dado un cierto “viraje” importante para el futuro del conflicto sirio y un “paso importante” desde el punto de vista “psicológico”, aunque sólo se trate de la primera etapa de un “largo proceso” necesario para garantizar una paz duradera en el país. Expresan cautelosa satisfacción los líderes de los Estados promotores de los coloquios directos entre el gobierno sirio y los grupos rebeldes, que se han llevado a cabo los días 23 y 24 de enero en Astaná, Kazajistán. Un encuentro que fue patrocinado por Rusia, Turquía e Irán, con el beneplácito de las Naciones Unidas, presentes en calidad de observadores.

Mevlut Cavusoglu, ministro turco de Relaciones Exteriores, destaca que las dos partes “en conflicto” han podido discutir “modos” de reforzar el cese del fuego y su “extensión para abarcar toda Siria”. Fue un encuentro “importante”, agrega, puesto que ha incrementado “el nivel de confianza” entre los dos frentes.  

“Esperamos - prosigue Cavusoglu – que las respuestas a los coloquios de Astaná puedan llegar a ser una contribución para el proceso [de paz] de Ginebra [patrocinado por la ONU] y que sean un punto crucial para el futuro de Siria”.

En Astaná, por primera vez, representantes del gobierno y de la oposición se han sentado en torno a la misma mesa para discutir posibles soluciones orientadas a garantizar una tregua duradera en el país árabe. Al término de los dos días de coloquios, Moscú, Ankara y Teherán acordaron garantizar el prolongamiento de la tregua en Siria y bloquear eventuales violaciones a la misma. El mecanismo “impedirá cualquier provocación” y controlará el respeto efectivo del cese del fuego.  

En la nota conjunta difundida por los representantes de los tres países, -pero que no ha sido suscripta por las partes en la causa- se destaca el compromiso de cada una de las potencias para “frenar” a su propia facción e impedir que surja nuevamente la violencia.

Rusia es garante por cuanto se refiere al ejército regular del presidente Bashar al-Assad. Turquía frenará a los rebeldes que han adherido a la tregua, que representan cerca de la mitad del total. Irán controlará a las milicias chiitas, de unos 30 a 50.000 hombres, una fuerza que prácticamente ya equivale a las fuerzas armadas oficiales sirias.

 

Los analistas y expertos consideran que de estos coloquios podrán surgir perspectivas “positivas e importantes” desde el punto de vista psicológico. Boris Dolgov, investigador del Centro de estudios árabes e islámicos de la Academia de Ciencias rusa, explica que es “el inicio de un proceso” que no nos es dado saber “adónde llegará”, pero que, de todos modos, representa un “evento importante, otro paso en pos de encontrar una solución a la crisis siria”.

Para muchos observadores, el principal límite de los encuentros en la capital de Kazajistán es que han participado solamente algunos de los muchos grupos rebeldes y de los combatientes que están presentes en el territorio. Además, si bien por un lado se ha dado una consolidación del cese del fuego “oficial”, en el campo de batalla los enfrentamientos entre los llamados rebeldes moderados y los yihadistas son cada vez más tremendos. El epicentro de los choques se encuentra en las provincias de Idlib y Alepo, donde se registran las batallas más intensas de los tres últimos años.

La cautela con la cual deben ser juzgados estos coloquios de Astaná está contenida por entero en las palabras conclusivas de los respectivos frentes que luchan. Quien encabeza las negociaciones por el frente de la oposición, Mohamed Allouche, subrayó que “no hay avances tangibles en las negociaciones, a causa de la intransigencia de Irán y del régimen de Damasco”. Fue seca la réplica de Bashar Jaafari, representante del gobierno sirio: “Astaná giró en torno a un contexto muy preciso, y con un solo objetivo, que ha sido el de consolidar el cese del fuego. Ginebra es algo muy distinto”.