Activista raptado (y reaparecido) rompe el silencio: En Pakistán queremos el Estado de derecho

Ahamad Waqas Goraya había desaparecido a fines de enero y reapareció la semana pasada y escapó a Holanda. Activistas y organizaciones internacionales atribuyen su secuestro al gobierno y a los ambientes militares. El intelectual teme que los radicales islámicos puedan perseguirlo también en el extranjero. Centenares de perfiles de pensadores liberales auto-censurados.


Islamabad (AsiaNews)- Ahmad Waqas Goraya, uno de los cinco activistas desaparecidos en Pakistán a los inicios de enero, decidió romper el silencio sobre su desaparición. Reapareció la semana pasada junto a los últimos tres blogueros desaparecidos (mientras que un profesor de Rawalpindi volvió a casa precedentemente), e inmediatamente se escapó a Holanda, donde ya vivía de hace unos 10 años. Si bien no haya revelado quiénes fueron sus secuestradores, ni dio detalles sobre su encarcelamiento, afirmó: “Queremos que en Pakistán haya un Estado de derecho”.

Goraya, bloguero de 34 años, había desaparecido de Lahore el pasado 4 de enero. Así como los otros “compañeros de secuestro”, él había escrito comentarios críticos sobre el extremismo religioso y franjas radicales presentes dentro del gobierno y del ejército. Por esto activistas y organizaciones internacionales acusan de la desaparición a las fuerzas de seguridad, en el intento de hacer callar a las voces críticas y difundir un clima de terror entre la población.

Hablando con France Press sobre el período transcurrido en cautividad, declaró: “Creía que jamás volvería atrás, que no habría podido volver a ver a mi hijo de tres años y a mi familia”. Luego, el intelectual rechazó con fuerza y decididamente la acusación de traición contra él por la cual es formalmente investigado por blasfemia, subrayando por el contrario que él es un “verdadero patriota”. “No tengo nada contra Pakistán. Nada contra el islam. Pero sí critico la política porque quisiera ver un Pakistán mejor”.

Él ahora teme que la violenta campaña actuada contra él por los extremistas islámicos en la radio y en los canales televisivos, que lo acusan de blasfemo, pueda perseguirlo también en Europa, donde se refugió. Sus temores no del todo infundados. Datos del Center for Research and Security Studies reportan que desde 1990 personas al menos 65 personas- comprendidos abogados, legisladores, jueces y activistas- fueron asesinados por grupos de auto-constituidos como “vigilantes” del Corán.

Goraya refiere que las acusaciones contra él, todavía presentes en internet holandeses frecuentados por lo paquistaníes, circunstancia que lo ha llevado a buscar apoyo de la policía. El solo efecto concreto del rapto de los activistas, continúa fue el de una auto-censura por parte de los mismos intelectuales. “Centenares de nuestros amigos- concluye-han desactivado sus propios perfiles y sus propias páginas en las redes sociales. Entre los desactivados está hasta el blog liberal (Roshini” (que en lengua urdu significa “luz), no obstante su administrador viva en Londres”.