Wang Yi: No al sistema anti-misiles THAAD

El ministro chino de Relaciones Exteriores pide a Pyongyang que frene el programa nuclear, y a los EEUU y a Seúl que cancelen los ejercicios militares. “Dos trenes a alta velocidad, yendo uno contra otro”. Beijing está en contra del THAAD porque teme que pueda hacerse espionaje a través de los radares. El boicoteo de los productos coreanos. La Iglesia de Corea se pronuncia contra el THAAD porque hace que la península devenga “centro de una nueva guerra fría”. 


Beijing (AsiaNews) – El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi reiteró hoy su firme oposición al despliegue del sistema anti-misiles THAAD en Corea del Sur, diciendo que el mismo es un error y que amenaza la seguridad misma de Seúl.

En una conferencia de prensa al margen de la Asamblea nacional de pueblo, que está desarrollándose en la capital china, Wang Yi precisó que el despliegue del sistema es el problema más serio en las relaciones entre China y Corea del Sur.

Justamente ayer, el ministro surcoreano de Defensa y el comando de los EEUU de las Fuerzas en Corea han declarado que han transportado algunos lanzamisiles y otros elementos del THAAD a la base de los Estados Unidos situada en Osan, a 70 km al sur de Seúl, dando inicio al despliegue oficial del sistema.

El THAAD ha sido diseñado para interceptar misiles de corto y medio alcance, en un radio de 3.000 km y a 40-150 km de altitud.

Una batería del THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) consiste en seis lanzamisiles montados sobre un camión, 48 interceptores (ocho por cada rampa), un control del fuego, una unidad de comunicación y un radar muy potente (AN/TPY-2). En el pasado, Beijing ha expresado su oposición a dicho sistema, porque afirma que el radar es tan potente que puede recibir y espiar las señales provenientes de China.  Pero Seúl y Washington siempre han reiterado que el sistema es exclusivamente defensivo, y que no representa ninguna amenaza para los demás países de la región. Desde que EEUU y Corea decidieron lanzar el THAAS, China ha implementado un boicot sobre los productos coreanos.

Según fuentes militares coreanas, el primer radar potente del THAAD será entregado esta semana, y comenzará a operar en el mes de abril.

Refiriéndose a la situación de la península coreana, Wang dijo que se requiere, por un lado, que Pyongyang detenga su programa nuclear, y, por otro, que Washington y Seúl cancelen sus ejercicios militares de gran envergadura, como los que se están desarrollando en estos días, y que Corea del Norte interpreta como una preparación para invadir su territorio.  Hace tres días, Pyongyang lanzó cuatro misiles balísticos sobre el Mar de Japón, en señal de protesta contra los ejercicios militares en curso.  

La situación de la península coreana –dijo Wang- es parecida a la de “dos trenes de alta velocidad que están por chocar, pero ninguno de ellos está dispuesto a ceder el paso al otro”.

La Iglesia católica coreana hace tiempo que se muestra contraria a la instalación del THAAD. En un documento publicado en julio pasado, los obispos afirman que temen que de este modo la península pueda convertirse en “el centro de una nueva guerra fría”, reduciendo las posibilidades de reconciliación entre las dos Coreas y el desarrollo de toda la población.