Se concluyeron las obras en el Santo Sepulcro. Fraile franciscano: peregrinos, vengan a Tierra Santa

La inauguración ha sido programada para el próximo 22 de marzo, con una ceremonia en común. Fray Sinisa Srebenovic: será una celebración “sencilla”, “signada por la unidad” entre ortodoxos griegos, armenios y latinos. Las obras “han acercado aún más” a las tres grandes comunidades. Para el futuro se está evaluando colocar el revestimiento del piso de la basílica. 


Jerusalén (AsiaNews) - La reapertura del Santo Sepulcro tras la obra de restauración es una invitación a los peregrinos de todo el mundo, pero sobre todo a los de Europa y Occidente, para que “vengan a visitar Tierra Santa”. Ellos son, junto a la comunidad local, las “piedras vivas” que hacen de esta tierra algo “único”. Es lo que afirma a AsiaNews Fray Sinisa Srebenovic, un franciscano de origen croata que es miembro del Consejo de la Custodia de Tierra Santa, lugar donde vive desde hace 11 años, al comentar la próxima inauguración del Santo Sepulcro tras concluirse las obras de restauración, que tendrá lugar el próximo 22 de marzo. “Será una celebración sencilla –cuenta- un momento en común signado por la unidad, en el cual también participará el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I”.

Las obras de restauración de la tumba de Jesús se iniciaron hace poco menos de un año, en mayo de 2016. Habiendo pasado diez meses, el edículo ha sido liberado de andamios y ha sido sacado nuevamente a la luz; aún están en curso algunos arreglos de la parte de la tumba que no es visible, y que serán terminados a tiempo, antes de la inauguración. El objetivo de la obra es el apuntalamiento de la estructura a nivel global, para preservarla de los daños derivados de eventuales movimientos sísmicos, como ocurrió a raíz del terremoto sucedido en 1927. Las obras han sido financiadas tanto por entes públicos como privados.

Al ser entrevistada por el Christian Media Center (CMC) Antonia Mariopoulou, coordinadora científica de las obras, recordó ciertos “momentos históricos” que han caracterizado las obras, como “la apertura de la tumba de Jesús” en el pasado mes de octubre. “Es la primera vez en 200 años y la tercera en la historia”. El Santo Sepulcro, afirma “es un monumento vivo, religioso, en el cual la gente reza de manera incesante, […] cada año, es visitado por millones de peregrinos. Preservarlo es un desafío”. “Hemos podido ver –concluye-, con el corazón y con la mente, un sepulcro lleno de expresividad”.

La basílica del Santo Sepulcro fue construida por el emperador romano Constantino en el año 325 d. C. gracias al hallazgo de los lugares, tarea de la cual se ocupó su madre, Elena.  A lo largo de los siglos, la misma fue en parte destruida y reedificada, y es una de las metas más visitada y veneradas por los peregrinos de Tierra Santa. Las últimas obras destinadas a reforzar el Anastasis se remontan a 1947,  y fueron realizadas por los ingleses; los trabajos jamás fueron concluidos debido a la falta de acuerdo –en aquella época- entre ortodoxos, armenios y franciscanos.

En su interior se sitúa el lugar donde fue colocado el cuerpo de Jesús luego de su muerte en la cruz; durante casi un año, el equipo de investigadores griegos trabajó sin descanso en el lugar sagrado, aunque sin impedir por ello el acceso a los fieles.  

Según fray Sinisa Srebenovic la restauración “ha acercado todavía más” a las tres grandes comunidades de Tierra Santa, los ortodoxos griegos, los latinos y los armenios, signados por un camino que “se inició con las obras de Belén y que ahora ha llegado aquí, al Santo Sepulcro”. “Un acuerdo –explica a AsiaNews – que es fruto del trabajo de los años anteriores, marcado por la unidad promovida por el patriarcado ortodoxo griego, por el armenio y por el ex custodio Pizzaballa, que actualmente se desempeña como administrador apostólico”.  Para el futuro, agrega, ya se está hablando de un proyecto en común para la colocación “del revestimiento del piso de la basílica”. Sólo estamos en una fase inicial, subraya, pero “en el futuro próximo también esto se hará”. “Estas obras –prosigue fray Sinisa Srebenovic – tienen un valor espiritual profundo, que fortalece la unidad y la colaboración más allá de las dificultades. Hoy, el Santo Sepulcro se inaugurará en todo su esplendor, y el hecho de que esté listo justamente para la celebración de la Pascua, cuya fecha este año coincide para las tres comunidades cristianas, es también un signo espiritual”.

La inauguración será un “momento en común”, con un “objetivo en común”, marcado por una “sencillez”. La cita es para las 10 de la mañana del 22 de marzo, con la presencia de representantes de las comunidades franciscana, ortodoxa griega y armenia. Habrá “tres cantos, realizados por cada una de las comunidades”, agrega fray Sinisa, a los que seguirán las intervenciones del Custodio de Tierra Santa y de los patriarcas armenio y ortodoxo griego. Como conclusión, “se rezará el Padrenuestro en cada una de las lenguas”.

“La restauración –concluye el franciscano- es un mensaje importante, que también está dirigido a los peregrinos de todo el mundo. ¡Vengan aquí, no tengan miedo! No hay peligros reales, y la presencia de fieles de todo el mundo es esencial para mantener viva la comunidad de Tierra Santa, la cual no se compone de museos y piezas, sino de piedras vivas”. (DS)