Sylhet, el asedio se concluyó con el suicidio de los militantes. Entre los muertos hay un niño

Los agentes de antiterrorismo tenían el edificio rodeado desde hace dos días. Los radicales optaron por el suicidio antes que rendirse. En estas horas están en curso otras operaciones militares. Los extremistas pertenecen al grupo criminal Jama’atul Mujahideen Bangladesh.


Dacca (AsiaNews/Agencias) – Se concluyó con un baño de sangre el asedio de la policía a una cueva de militantes islámicos en la localidad de Moulvibazar, cerca de Sylhet, en el nordeste de Bangladesh. El edificio donde se escondían los siete radicales islámicos estaba rodeado desde hace dos días. Luego de reiteradas invitaciones a rendirse, anoche decidieron hacerse estallar, y con ellos también murió un niño. Luego de la explosión, los agentes ingresaron al escondite y se encontraron con una escena escalofriante. Algunos declararon que hallaron restos de cuerpos –tanto masculinos como femeninos- destrozados y esparcidos por doquier.  

Mientras la policía efectúa averiguaciones para saber cómo es posible que un niño estuviese presente en la escena de la explosión, los militares en estas horas están conduciendo otro operativo en torno a una segunda cueva de militantes. La madriguera se encuentra en el área de Barahat y está rodeada desde el 29 de marzo pasado. Por cuanto refiere la policía, entre ellos también habría una mujer.

En conferencia de prensa, Monirul Islam, jefe de la unidad antiterrorismo, dijo que los radicales muertos anoche pertenecen al grupo islámico Jama’atul Mujahideen Bangladesh, que está proscripto. Se trata de la misma célula terrorista a la cual pertenecían los atacantes que perpetraron la masacre de Dacca el primero de julio de 2016. Según las autoridades, serían sus afiliados y no los militantes del Estado islámico (que no obstante, reivindica continuamente los ataques en Bangladesh) quienes en el último tiempo están difundiendo una nueva ola de terror. El 25 de marzo pasado, mientras las averiguaciones de los investigadores todavía se concentraban en el intento de ataque kamikaze en el aeropuerto internacional de Dacca del día anterior, otros militantes hicieron detonar dos bombas en Sylhet, mientras se estaba llevando adelante un cacheo. El saldo fue de tres agentes muertos (el último murió hace unas pocas horas) y cuatro civiles asesinados.