El futuro de Asia Central: muchas oportunidades, aunque se requiere cooperaciĆ³n

Los cinco países se encuentran divididos por cuestiones irresueltas del período soviético y por disputas fronterizas. Rusia y China comparten la influencia económica y política. Nuevas iniciativas, incluso de la UE y China. Oportunidades de reconquistar una prominencia a nivel regional, aunque no global, pero para esto,  los países deben cooperar.


Biskek (AsiaNews)- Asia central “tiene todas las posibilidades” de jugar un rol importante a nivel regional y global, pero sólo si los países logran cooperar para superar las problemáticas en materia de seguridad, ambiente, sociedad y economía. Esta es la posición del Center for Silk Road Studies, con base en Kirguistán. Los desafíos, sin embargo, no son simples, en vista de las relaciones tensas por motivos de rencores, los residuos del período soviético, yendo hasta el problema del extremismo religioso, como quedó demostrado por el ataque en el subterráneo de San Petersburgo, ocurrido hace tres días.

La falta de confianza entre los líderes centroasiáticos representa la mayor dificultad. No ha de sorprender, si se considera que sólo Kazajistán y Turkmenistán resolvieron todas sus disputas fronterizas. Lo único que parece unir a estos países es la historia y la lengua soviéticas, elementos cada vez menos considerables, visto que las nuevas generaciones hablan más inglés y chino que ruso. El futuro de los países del centro de Asia podría tomar rumbos divergentes.

AsiaNews analizó la situación económica y política de los cinco países de Asia central con una clasificación de los países en función de su atractivo a la hora de efectuar inversiones (v. The Diplomat, 4 abril de 2017).

 

Cuadro general

Al día de hoy, ninguno de estos Estados puede pensar en un desarrollo cualitativo, en un mejoramiento de la situación económica y social, sin la ayuda de inversiones y apoyo extranjeros.

El comercio intra-regional es escaso y los principales socios son Rusia y China, países “top” para las importaciones para las cinco Repúblicas en su totalidad. Ambas potencias tienen en acciòn dos iniciativas, la Eurasian Economic Union (EEU) de Rusia y la Silk Road Economic Belt (SREB) de China, en torno a las cuales se discute si serán “complementarias” o “entrarán a competir entre sí”. Por el momento, sólo Kazajistán y Kirguistán forman parte del EEU. A expensas de quien creía que China “habría de sustituir” a Rusia, los dos países parecen querer mantener una  separación "tácita" en cuanto a influencias y responsabilidades se reifiere: política y seguridad a cargo de Moscú, y economía a cargo de Beijing.

 

Kazajistán

Está a la cabeza de los países, en lo que respecta al grado de atractivo para las inversiones y debe este primado a las reformas orientadas a constituir un marco legal favorable, a la amplia capacidad de mercado (17 millones de personas, a los que se suma el acceso a mercados de los otros países del EEU) y al potencial económico. Lo que preocupa es el futuro político del país, para el cual se prevé un período de transición al poder. El presidente Nursultan Narzabayev tiene 76 años, es el más anciano de la región y está en la guía del país desde la independencia: su partido, Nur Otan, ganó las últimas elecciones parlamentarias el 20 de marzo de 2016, un resultado que los analistas habían dado por “descontado”.

 

Uzbekistán

Segundo en la clasificación, tiene un mercado interno de 30 millones de personas, una economía diversificada y una estabilidad política debido a la reciente transacción: el actual presidente Shakvat Mirziyaev fue elegido el pasado mes de diciembre, después de la muerte del dictador Islam Karimov, que estaba en el gobierno desde 1991. Mirziyoyev aplica una política más “tolerante” con la liberación de periodistas y activistas y realiza reformas económicas para favorecer las inversiones. A pesar de esto, las interferencias gubernamentales son tales que crearon un mercado monetario neo-liberal, frecuentes violaciones de los derechos de empresarios e inversionistas, corrupción y una burocracia “fosilizada”. Son cada vez más estrechas las relaciones con Rusia, definida por el mismo presidente ruso como el “mayor socio comercial” del país: la visita de Vladimir Putin de ayer llevó a un acuerdo económico por 15 millardos de dólares en proyectos de inversiones y comercio.

 

Kirguistán

Miembro del EEU, se clasificó tercero en el ránking: tiene una legislación relativamente liberal, es fuente de mano de obra barata y tiene presupuestos positivos debido al desarrollo de la agricultura, la industria liviana y el turismo. Recientemente, la Unión Europea otorgó al país el estatus de GSP+, gracias al cual los productos “fabricados en Kirguizistán” pueden entrar en el mercado europeo sin pagar impuestos aduaneros.

Sin embargo, para desalentar las inversiones están las dificultades del pasado, que para los inversores extranjeros se reumen en la posibilidad de concluir proyectos. La falta de continuidad política y la difusión de ideologías islámicas son un ulterior motivo de preocupación, a la luz de las próximas elecciones. La tensión política surgió recientemente con el arresto de algunos activistas que estaban marchando de modo pacífico.

Además de China y Rusia, uno de los principales socios económicos del país es Kazajistán. La interferencia china en el país es profunda: en el curso de los últimos meses de 2016, China adquirió una gran cantidad de reservas de Kirguistán como son el petróleo, carbón, metales preciosos y gas natural.

 

Tayikistán

Se posiciona en cuarto lugar en cuanto al atractivo para las inversiones se refiere. A pesar de poseer mano de obra económica, la riqueza minera y un clima favorable a la agricultura, el país está caracterizado por sus infraestructuras sub-desarrolladas, un mercado interno limitado y una inestabilidad política. Además, faltan mecanismos eficaces de tutela para los inversores. Por el momento, s están desarrollando tratativas para hacer que Tayikistán ingrese en la EEU, que está cerca de ser tomada en consideración debido a su dependencia económica de Rusia.

 

Turkmenistán

Queda condenada al último puesto de la clasificación debido a su sistema político, que interfiere en todas las actividades económicas del país, y que además está caracterizado por una grave corrupción, por una inadecuada tutela sobre el derecho a la propiedad y su dependencia económica de las exportaciones de hidrocarburos. Se agrava la crisis económica, la peor de los últimos 25 años, que recientemente sobrevino a raíz de la interrupción de la línea D, el mayor gasoducto turkmeno.

En las conclusiones, el estudio del Center for Silk Road Studies, afirma que las iniciativas económicas de los diferentes actores en juego “ofrecen la oportunidad para Asia central de reencontrar una prominencia regional, si bien no global”: la EEU creó un mercado común de casi 200 millones de personas; la SREB porporciona a la región  “un puente entre Oriente y Occidente”; la iniciativa New Silk Road, estrategia de infraestructuras y comercio iniciada por Obama en 2011 para el desarrollo económico de Afganistán, une a Asia central con las economías, en rápido ascenso, de Asia del sur; y el status de GSP+, permite a la región acceder al mercado europeo de 500 millones de personas. Esto, concluye el autor, albergando la esperanza de que los países encuentren un “lenguaje común” y la “comprensión” necesaria para sacar ventaja de todas estas opciones.