El brazo social de la Iglesia católica ha ayudado a cerca de un millón de personas. Tiene experiencia en la reducción del riesgo de desastres y en la vinculación del socorro y rehabilitación al desarrollo. El principio rector debe ser la "prestancia", es decir, saber cómo responder en forma rápida y adecuada.
Nueva Delhi (AsiaNews) - Caritas India quiere involucrar a otras organizaciones religiosas para dar respuesta inmediata en caso de desastres y calamidades naturales. Es por esto que el 16 de mayo pasado el brazo social de la Iglesia Católica organizó una reunión con delegaciones de hindúes, budistas, musulmanes, sijs y otras religiones. En la reunión se lanzó la propuesta de una red de organizaciones interreligiosas que pueda intervenir de manera concertada en caso de emergencia.
A AsiaNews Amrit Sangma, jefe de relaciones públicas de Caritas, dijo: "En todas las religiones hay motivos buenos. Este esfuerzo quiere unir la bondad para dar una respuesta compasiva a aquellos que podrían estar necesitando la mano de Dios, especialmente en situaciones de dolor. De este modo, Caritas puede ser la respuesta a las oraciones de todos".
De acuerdo con el católico, la red de organizaciones también puede ser una manera de dejar a un lado sus diferencias y ayudar a la gente a vivir y hacer realidad los valores comunes de amor y justicia que cada religión difunde. A partir de una plataforma de este tipo, India podría beneficiarse mucho, al ser un país con diferentes religiones".
El subcontinente indio es particularmente vulnerable a los desastres naturales. Esto se debe principalmente a las condiciones geográficas y climáticas, pero también a los efectos dañinos de situaciones socioeconómicas, la expansión, el desarrollo en zonas de alto riesgo, la degradación del medio ambiente, el cambio climático, las epidemias y pandemias.
Con los años, Cáritas India ha incrementado su experiencia en la reducción del riesgo de desastres (Drr) y en la vinculación del socorro y la rehabilitación para el desarrollo (Lrrd). La organización humanitaria ha traído ayuda a casi un millón de personas, tanto en el país como en el extranjero, durante las inundaciones, tsunamis, avalanchas, los conflictos étnicos y los ciclones. A partir de su experiencia emerge siempre de más que las personas afectadas por desastres tienen derecho a recibir asistencia humanitaria en todo el mundo; que esta debe cumplir con altos estándares de calidad; y que todas las partes interesadas deben hacer todo lo posible para prevenir y aliviar el sufrimiento humano.
A pesar de los esfuerzos conjuntos de las ONG y la sociedad civil, la realidad es que los desastres siguen causando miedo. Por lo tanto, el principio rector debe ser la "prestancia", es decir, saber cómo responder de inmediato y de manera apropiada en cualquier situación de necesidad. El objetivo, concluye Sangma, es reducir al mínimo las pérdidas, salvar vidas, reducir el número de muertes y lesionados, proteger los medios de vida de las comunidades.