Yangon, crece la desconfianza de los birmanos hacia la ONU

La principal crítica es la falta de exponentes que conozcan en profundidad la dinámica social de Myanmar. En las crisis humanitarias, muchos ciudadanos ven el fracaso de la ONU. Removida Renata Lok-Dessallien, coordinadora residente de la ONU para la ayuda humanitaria. El The Irrawaddy: "Para ser eficaz, una comisión de investigación debe ser sensible a los problemas locales y tenerlos en cuenta."

 


Yangon (AsiaNews / Agencias) - En un momento histórico en el cual Myanmar se enfrenta a una crítica y frágil transición política, muchos consideran que la ONU es un organismo irrelevante e incapaz de hacer frente a los problemas existentes en el país.

La nación se enfrenta a desafíos institucionales, pero también a crisis humanitarias, donde muchos ciudadanos ven el fracaso de la ONU. La principal crítica contra la institución internacional es que carece de líderes que conozcan profundamente las dinámicas sociales particulares de Myanmar y tengan suficiente "memoria institucional" para llevar a cabo sus funciones en el territorio.

El 16 de junio, la desconfianza generalizada en la controversia con las Naciones Unidas se ha expresado en un editorial publicado en The Irrawaddy, un importante órgano de información birmano independiente y pro-democracia. El sitio web afirma que dos acontecimientos de las últimas semanas demuestran claramente el fracaso de la misión de la ONU en Myanmar.

La primera de ellas se remonta al 13 de junio y es la confirmación por parte de los vértices de la organización, de la eliminación prematura de la canadiense Renata Lok-Dessallien de la oficina de coordinadora residente de las Naciones Unidas para la ayuda humanitaria en Myanmar. Documentos internos preparados para el nuevo Secretario General de las Naciones Unidas ha descrito la oficina local como "claramente disfuncional" y con "fuertes tensiones" dentro. Al informarlo la BBC cita fuentes diplomáticas y humanitarias de Yangon, que revelan que la decisión de despedir a la Lok-Dessallien está ligada a su pobre compromiso con los derechos humanos.

En un comunicado dado a conocer el pasado 21 de julio, la ONU ha definido los rumores de "falsos e inexactos", pero confirmó la búsqueda de un reemplazo. "Si la ONU no puede resolver estos problemas y no renueva su compromiso en Myanmar, existe un enorme riesgo de que se vuelve cada vez más irrelevante en el país, que necesita ayuda externa", dicen los editorialistas de The Irrawaddy.

El segundo hecho se refiere a la visita de Aung San Suu Kyi a Suecia, que tuvo lugar el 12 y 13 de junio. En esta ocasión, la consejera de Estado birmana dijo que la investigación de la ONU sobre las presuntas violaciones de los derechos humanos por parte del ejército contra los Rohingya en Myanmar el año pasado habrían inflamado las tensiones étnicas. Aung San Suu Kyi dijo estar dispuesta a aceptar las recomendaciones sólo de una Comisión separada, encabezada por el ex secretario de la ONU Kofi Annan.

El The Irrawaddy, insistió: "Ha habido una fuerte presión internacional para investigar abusos en el Estado de Rakhine, ¿pero porqué la ONU ni siquiera envía una misión para la recopilación de información en áreas de conflicto del norte de Myanmar? Para ser eficaz, esta debe ser sensible a los problemas locales y tenerlos en cuenta". Muchos ciudadanos de Birmania, por ejemplo, aunque no tiene animosidad especial hacia los Rohingya, los consideran un pueblo ajeno a la historia y la cultura del país, ya que son inmigrantes procedentes de Bangladesh. Gran parte de la población de Myanmar no están de acuerdo con la ONU sobre la necesidad de reconocimiento de su ciudadanía.

"Hay muchas áreas - concluye el editorial - en las que la ONU puede ayudar a Myanmar, tales como la mejora de los standard económicos, sociales, culturales y de derechos humanos, o un mayor acceso a la atención médica, educación y los derechos políticos. Además, las Naciones Unidas pueden participar en temas como el cambio climático, la construcción de la paz y el desarrollo sostenible. El Myanmar podría ser una historia de éxito de la ONU, si la organización designa un coordinador efectivamente con un amplio conocimiento del país; experiencia en el trato con un poderoso ejército, líderes étnicos, funcionarios gubernamentales y Aung San Suu Kyi; y la comprensión de una situación que en el país es nebulosa y compleja".