Papa: los cristianos perseguidos 'también en nuestros días'. El recordatorio del deslizamiento de tierra en China

En el Ángelus el Papa Francisco pide oraciones por los"hermanos y hermanas" que "continúan dando testimonio con valor y fidelidad a su fe." "El Señor...  nos envía como vigilantes entre las personas que no quieren ser despertado del sueño mundano." "No cuente los éxitos, sino la fidelidad a Cristo." "Dios no abandonará a sus hijos en la hora de la tormenta." La beatificación en Vilnius, del mártir del ateísmo Mons. Teofilo Matulionis, "muerto por odio a la fe en 1962, cuando ya casi tenía 90 años". El saludo a los greco-católicos ucranianos y bielorrusos en el 150 aniversario de la canonización de San Josafat.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Incluso hoy la persecución contra los cristianos está presente": lo subrayó el Papa Francisco antes de rezar el Ángelus con los peregrinos en la plaza de San Pedro. El pontífice no mencionó situaciones específicas de persecución, como lo surgido en los últimos días, el secuestro de mons. Pietro Shao Zhumin, obispo de Wenzhou (Zhejiang),, pero agregó: "Oramos por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos y alabamos a Dios porque, a pesar de esto, siguen testimoniando con valentía y fidelidad su fe." Después de la oración mariana, el Papa envió un mensaje de participación y condolencias a China por el deslizamiento de tierra ocurrido ayer en la villa de Xinmo (Sichuan), que destruyó decenas de casas y mató a cientos de personas.

La reflexión del Papa Francisco sobre la persecución fue inspirada por el Evangelio de la misa de hoy (Mt 10,26 a 33, domingo 12 del año, A), donde por "tres veces Jesús tranquiliza a los discípulos, diciendo:"¡No tengan miedo!"”.

"El envío en misión de parte de Jesús - dijo - no garantiza a los discípulos el éxito, así como no los pone a salvo de fracasos y de sufrimientos. Ellos tienen que tener en cuenta tanto la posibilidad del rechazo, como la de la persecución. Esto asusta un poco, pero es la verdad. El discípulo está llamado a conformar su propia vida a Cristo, que ha sido perseguido por los hombres, ha conocido el rechazo, el abandono y la muerte en la cruz. No existe la misión cristiana en tranquilidad plena; no existe la misión cristiana en tranquilidad plena. Las dificultades y las tribulaciones forman parte de la obra de evangelización y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas la ocasión para verificar la autenticidad de nuestra fe y de nuestra relación con Jesús. Debemos considerar estas dificultades como la posibilidad para ser aún más misioneros y para crecer en aquella confianza en Dios, nuestro Padre, que no abandona a sus hijos en la hora de la tempestad. En las dificultades del testimonio cristiano en el mundo, nunca somos olvidados, sino que siempre estamos asistidos por la solicitud premurosa del Padre. Por ello, en el Evangelio de hoy, Jesús asegura tres veces a sus discípulos diciendo: ‘¡No teman!’ ¡No tengan miedo!".

"También en nuestros días - continuó - hermanos y hermanas, está presente la persecución contra los cristianos. Nosotros oramos por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos y nosotros alabamos a Dios porque, a pesar de ello, siguen testimoniando con valentía y fidelidad su fe. Su ejemplo nos ayuda a no dudar en tomar posición en favor de Cristo, testimoniándolo con valentía en las situaciones de cada día, aun en contextos aparentemente tranquilos. En efecto, una forma de prueba puede ser también la ausencia de hostilidades y de tribulaciones. Además de ‘como ovejas entre lobos’, el Señor, también en nuestro tiempo, nos manda como centinelas en medio de la gente que no quiere que la despierten del adormecimiento mundano, que ignora las palabras de Verdad del Evangelio, construyéndose sus propias verdades efímeras. Y si vamos allí o vivimos allí y decimos las Palabras del Evangelio, esto incomoda y no nos mirarán bien. Pero en todo ello el Señor nos sigue diciendo, como les decía a los discípulos de su tiempo: ‘¡No teman!’. No olviden esta palabra: siempre, cuando tengamos alguna tribulación, alguna persecución, algo que nos haga sufrir, escuchemos la voz de Jesús en nuestro corazón: ‘¡No tengan miedo! ‘¡No tengas miedo: sigue adelante! ¡Yo estoy contigo! No tengan miedo del que se burla de ustedes y los maltrata, y no tengan miedo del que los ignora o del que por delante los honra y luego por la espalda combate contra el Evangelio. Hay tantos que por delante te sonríen, pero por la espalda combaten contra el Evangelio. Todos los conocemos. Jesús no nos deja solos porque somos preciosos para Él.”

"La Virgen María - concluyó - modelo de humilde y valiente adhesión a la Palabra de Dios, nos ayude a comprender que en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad; la fidelidad a Cristo, reconociendo en cualquier circunstancia, también las más problemáticas, el don inestimable de ser sus discípulos misioneros»".

Después del Ángelus, Francisco recordó el desastre ocurrido en Sichuan ayer: "Expreso mi cercanía - dijo - a la población china de Xinmo golpeada ayer por la mañana por un desprendimiento causado por fuertes lluvias. Rezo por los difuntos y los heridos y por todos los que han perdido su casa. Dios consuele a las familias y apoye a los socorristas. Les estoy muy cercano".

Luego recordó que hoy, en Vilnius (Lituania),"es proclamado Beato el Obispo Teofilo Matulionis, asesinado por odio a la fe en 1962, cuando tenía casi 90 años. Demos gracias a Dios por el testimonio de este valiente defensor de la Iglesia, de la fe y de la dignidad del hombre. Lo saludamos con un aplauso, a él y a todo el pueblo lituano".

Entre los saludos, Francisco ha dedicado un saludo especial al arzobispo mayor [Sviatoslav Ševčuk], a los obispos, sacerdotes y fieles de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana", así como a los peregrinos de Bielorrusia, que recuerdan los 150 años de canonización de San Josafat". "Me uno en espíritu - añadió - Me uno espiritualmente a la Divina Liturgia que celebran dentro de poco en la Basílica de San Pedro, invocando del Señor para cada uno el valor del testimonio cristiano y el don de la paz para la querida tierra ucraniana."