Hasta lo último el gobierno chino quiso controlar al gran disidente, Premio Nobel de la Paz en 2010.
Beijing (AsiaNews) - Ha muerto Liu Xiaobo, Premio Nobel de la Paz en 2010, uno de los iconos más importantes de la democracia en China. El disidente – al cual no se le permitió recibir el premio - estaba enfermo de cáncer de hígado y por esto el 26 de junio, se le permitió salir de la prisión en la que estuvo desde el 2009 con la acusación de haber intentado “subvertir la dictadura democrática del pueblo de nuestra nación y el sistema socialista".
Lo que Human Rights Watch calificó como "una burla a la justicia" y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillai, una sentencia “extremadamente dura” se originó a partir del compromiso de difundir la "Carta 08", un manifiesto en el que se le pidió al Partido Comunista de China poner en marcha algunas reformas sociales y políticas.
Aunque enfermo de cáncer de hígado en un estado terminal, a Liu no se le permitió lo que su familia solicitaba, a saber, la posibilidad de ser tratado en el extranjero y que se le permitiera salir de la cárcel para cuidar de sí mismo. Esto es a pesar de que dos médicos, uno americano y uno alemán que pudieron visitarlo habían dicho que Liu Xiaobo podría viajar sin riesgo para su salud para ser atendidos fuera de China si Beijing lo permitía.
Pero las autoridades chinas tenían, evidentemente, miedo del Premio Nobel a pesar de que se estaba muriendo y lo dejaron morir donde podían vigilarlo. Hasta el final.