En Vietnam central, ‘sepultan’ en el mar millones de metros cúbicos de lodo tóxico
de Thanh Thuy

El área contaminada, situada en la provincia de Bình Thuận, se extiende sobre una superficie de 30 hectáreas.  Las regiones rurales y costeras centrales pagan caro las consecuencias de la expansión económica. La complicidad del gobierno y la falta de leyes claras empujan a las industrias a inventar nuevos sistemas de eliminación de residuos.  En el 2016, el derrame de efluentes tóxicos provenientes de una empresa siderúrgica causó el peor desastre ambiental de la historia del país. La empresa china  Lee & Man Paper Company contamina el delta del Mekong.


Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Millones de metros cúbicos de lodo tóxico son “sepultados” en el mar. Despreocupándose por las consecuencias que esto pueda tener sobre la salud y sobre la vida de los ciudadanos, las autoridades de la provincia centro-meridional de Bình Thuận permiten que las plantas de la empresa Electricity Group of Viêt Nam (Evn) contaminen las aguas del mar de Vĩnh Tân, a través de este ‘innovador’ método de eliminación de residuos.

El 13 de julio de 2017, el Sr. Phạm, vice director general del Departamento del Mar e Islas, del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente, informó al Consejo de pueblo del ámbito provincial  que “se concedió el permiso para que la compañía de electricidad de Vinh Tân 1 pueda ‘sumergir cerca de un millón de metros cúbicos de lodo tóxico en el mar de  Vĩnh Tân”. El área contaminada se extiende sobre una superficie de 30 hectáreas y está situada a unos ocho kilómetros de la isla de Hòn Cau, una reserva marina invalorable. El punto de mayor profundidad al cual se ha descargado el lodo alcanza los 35 metros bajo el nivel del mar. A unos 10 km de distancia de la isla, y valiéndose de los mismos métodos, la Vinh Tân 2 Electricity Company  sepultó en el mar una cantidad de lodo tóxico que es todavía mayor: cerca de 2,4 millones de metros cúbicos.

El Prof. Lê Anh, vice director del Instituto de investigación sobre cambio climático de la  Cần Thơ University, protesta por la complicidad mostrada por el gobierno y afirma: “A este sistema de eliminación de residuos las autoridades lo llaman ‘inmersión de residuos tóxicos’, pero de hecho, no es otra cosa que una simple descarga en el mar. La ley es muy limitada en este tema. En lo específico, nos referimos a aguas tropicales, ricas en recursos, delicadas y sumamente vulnerables”.

Las regiones centrales rurales y costeras son aquellas que pagan el precio más alto por las consecuencias de la expansión económica del Vietnam. En estas áreas, se concentra cerca del 70% de la población, representado por grupos sociales muy pobres y desventajados en términos de educación, asistencia sanitaria y calidad de vida. Las políticas económicas de gobierno se concentran en el desarrollo industrial, en la exportación, en la producción de bienes, en las inversiones comerciales o en los servicios económicos.  Son numerosos los proyectos emprendidos para una rápida construcción de infraestructuras y áreas de producción industrial. Sin embargo, el Estado aún no presta la debida atención al cuidado del ambiente y de la salud de los ciudadanos. Como consecuencia, las tierras para la agricultura registran una fuerte disminución, al igual que los ríos y las aguas, puesto que cada vez están más contaminados.

En abril de 2016, el derrame de tóxicos efectuado por una empresa siderúrgica propiedad de la taiwanesa Formosa Plastics Group causó el peor desastre ambiental jamás visto en la historia del país. Cerca de 12.000 metros cúbicos de líquido tóxico fueron volcados cada día a las aguas del mar, lo cual provocó la muerte de 115 toneladas de peces, afectando la vida de 200.000 personas y dejando sin trabajo a 41.000 pescadores, de las cuatro provincias costeras más golpeadas por el desastre: Nghệ An, Hà Tĩnh, Quảng Bình y Thừa Thiên-Huế. La empresa Formosa pagó 500 millones de dólares estadounidenses por la limpieza del agua y como compensación para las víctimas, pero el lento e irregular destino de los fondos ha generado las protestas de los ciudadanos, que siguen estando organizados habiendo pasado ya más de una año desde el momento de la tragedia.

Los casos de la Electricity Group of Viêt Nam y de  Formosa no son los únicos que desatan críticas y protestas, ante la falta de políticas eficaces de tutela ambiental. En los últimos meses, las autoridades dieron luz verde a las operaciones de una papelera, de la cual es propietaria la empresa Lee & Man Paper Company, que fue construida en la región del delta del Mekong. El establecimiento está localizado a orillas del río Hậu, en el distrito de Châu Thành (provincia nororiental de Hậu Giang). El área está dedicada al cultivo de arroz y de otros productos fruti-hortícolas, pero lo que reviste mayor preocupación para los habitantes es la proximidad de dicha fábrica a la planta potabilizadora de Cần Thơ, que abastece de agua potable a más de 500.000 personas.

El 7 de marzo pasado, el inicio de las operaciones de pruebas experimentales del establecimiento causaron la difusión de hedor, smog y un ruido tal, que desde entonces condicionan la vida de los habitantes en el área de Phú Xuân (distrito de Châu Thành) y en las áreas limítrofes. El Sr. Thu cuenta a AsiaNews: “El olor nauseabundo se siente desde hace cinco meses y es cada vez peor. El polvo y el humo al principio estaban presentes, aunque en menor cantidad, pero ahora están aumentando”. Los habitantes de Mái Dầm, sobre la margen opuesta del río, afirman: “Desde que el establecimiento comenzó a operar, ninguno de los habitantes se arriesga a usar el agua. Antes pescábamos en el río, pero ahora ya no lo hacemos a causa de la contaminación”.