El año pasado la Corte había condenado a Joshua Wong Law, Nathan Law y Alex Chow a trabajos sociales, pero la pena fue considerada demasiado leve por el gobierno de Hong Kong. La condena a diversos meses de prisión comporta la exclusión de las elecciones por cinco años. Para los activistas de los derechos humanos es una jugada política para excluir a los jóvenes y desalentar las protestas.
Hong Kong (AsiaNews/ Agencias)- El activista por la democracia Joshua Wong fue condenado por la Corte de Hong Kong a una pena de detención de 6 meses por “asamblea no autorizada”. Junto a él, Nathan Law y Alex Chow descontarán una pena de 8 y 7 meses de prisión respectivamente. La sentencia desencadenó las críticas de grupos por los derechos humanos a causa de la intervención del gobierno de Hong Kong en el caso: el año pasado la Corte había condenado a los tres activistas a trabajos sociales y las autoridades habían juzgado la sentencia demasiado leve, decidiendo apelar.
Como jefe del grupo activista Scholarism, Joshua Wong Chi-fung fue arrestado por haber invadido el recinto del edificio del gobierno de Hong Kong el 26 de setiembre de 2014. Su obrar y de otras centenas de estudiantes había dado pie a una serie de "sentadas" en la zona central del territorio conocida como Occupy Central o movimiento de “los paraguas” (utilizados por los jóvenes para defenderse de los camiones hidrantes de la policía). Los manifestantes pedían a Beijing la elección directa del jefe del Ejecutivo del territorio, que actualmente es elegido por un Comité de 1200 personas, en su mayoría favorables a Beijing.
Como resultado, Wong, Law y Chow quedarán excluidos de las elecciones por 5 años. Según la ley del territorio cualquiera que sufra una pena superior a los 3 meses de prisión pierde el derecho a ser candidato. Law había sido elegido el año pasado, para luego ser “descalificado” cuando la Alta Corte de la ciudad había dictado sentencia en virud de las irregularidades en la lectura del juramento.
Los activistas por los derechos humanos critican al gobierno de Hong Kong, juzgando que las apelaciones son una movida política cuya finalidad es desalentar futuras protestas y tener a los jóvenes lejos de la carrera política. La madre de Wong, Grace Ng Chau-mei comentó la derivación “depravada” de la ciudad, expresando desilusión hacia el departamento de justicia y alentando al hijo a “perseguir la verdad y ser valiente”.
Por su parte, el gobierno de Hong Kong defiende su posición: hoy, el secretario de justicia Rimsky Yuen Kwok-Keung insistió en que no había “ningún motivo político” en el pedido de penas más severas para los líderes estudiantiles por parte del Departamento.