Raqqa, la ONU solicita una pausa humanitaria en los bombardeos contra el ISIS

Para el responsable del equipo de trabajo especial de las Naciones Unidas dedicado al área humanitaria, el bastión yihadista en Siria es el “peor lugar sobre la faz de la tierra”. Activistas se refieren al “laberinto mortal” en el cual ha quedado atrapada la población civil. El reclamo por la creación de corredores humanitarios y zonas seguras que favorezcan la huida de la población. 


Damasco (AsiaNews) – La ONU hace un llamado a la coalición internacional liderada por los EEUU, abocada al lanzamiento de ataques aéreos contra objetivos del Estado islámico (EI, ex ISIS) en Raqqa, bastión del “Califato” en Siria, para que se suspendan los ataques, de modo de facilitar la huida de la población civil. Son al menso 20.000 –refieren fuentes de las Naciones Unidas- los ciudadanos atrapados en condiciones precarias de salud y seguridad, que han de poder abandonar la zona de guerra sin el temor a las bombas estadounidenses, que ya han causado decenas de víctimas civiles.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza árabe-kurda sostenida por los ataques desde el cielo de los aviones de caza de los EEUU, ya han reconquistado el 60% del territorio que anteriormente estaba en manos de las milicias yihadistas. A pesar de ello, aún hay cinco barrios en manos del ISIS; dentro de estas áreas hay decenas de miles que personas que tiene la intención desesperada de huir del lugar.   

Jan Egeland, jefe del task-force humanitario de la ONU que se ocupa de Siria, acusa a las milicias yihadistas, las cuales, dice, “han hecho de todo para utilizarlos [a los civiles] como escudos humanos”. Él hace un llamado a la comunidad internacional, para que lleve adelante acciones que permitan facilitar las operaciones de evacuación de las áreas que están siendo asediadas. Para el experto de las Naciones Unidas, la llamada capital del ISIS es el “peor lugar sobre la faz de la tierra” y quienes traten de huir “no pueden correr el riesgo de [terminar muertos en] los bombardeos”.  

En un extenso reporte difundido ayer por Amnesty International se habla del “laberinto mortal” en el cual han quedado atrapados los habitantes de Raqqa; los civiles son blanco de los ataques de todos los frentes, mientras el saldo de las víctimas causadas por los bombardeos de los EEUU y de la coalición árabe-kurda crece continuamente. “A medida que se aproxima la batalla final –afirma un activista- las cosas no harán sino empeorar”. Por eso, es cada vez más urgente “salvaguardar” la vida de todos aquellos que no estén involucrados en los combates de manera directa, y “facilitar” la creación de corredores para brindar “un paso seguro” en un contexto de guerra y violencia.

Algunos diplomáticos de la ONU han invocado un cese del fuego temporáneo.

Fuentes locales en Raqqa, tras el anonimato, hablan de cuando menos un centenar de civiles muertos en las últimas 48 horas a causa de los ataques aéreos estadounidenses; desde el 14 de agosto han muerto cerca de 170. En respuesta, la cúpula militar estadounidense afirma que ha tomado todas las medidas de cautela “necesarias” para evitar nuevas víctimas entre la población.

Sumado a los bombardeos, quienes aún siguen viviendo en la capital siria del “Califato” deben afrontar la amenaza de los disparos de artillería, de misiles y cohetes que impactan en áreas densamente pobladas. Y la suerte de cuantos viven en los campos de evacuados “informales” que rodean la ciudad en la periferia sur no es mejor, porque también ellos son el blanco de ataques.

Activistas y grupos que defienden los derechos humanos hacen un llamamiento a fin de que se interrumpa el uso de las armas explosivas en aquellas zonas donde se concentra la población civil. Proponen la creación de una comisión de investigación que sea independiente e imparcial, para investigar acerca de las numerosas víctimas civiles causadas por el conflicto.