Justicia y Paz: Recibir a los Rohingya en Bangladesh por razones humanitarias
de Sumon Corraya

Miles tratan de atravesar la frontera, incluso de noche, en busca de salvación. Los que son capturados son reenviados a Myanmar. Imán de Dacca: “son nuestros hermanos y hermanas”.


Dacca (AsiaNews)- “Los refugiados debieran poder entrar a Bangladesh por razones humanitarias”. “Tienen derecho a la vida”, con estas palabras Theophil Nokrek,  secretario de la Comisión episcopal Justicia y Paz, responde a cuánto está sucediendo a los Rohingya en Myanmar, expulsados del país hacia Bangladesh, que a su vez los devuelve a la frontera. Para Norker, el “Gobierno debiera ser flexible en relación a los refugiados Rohingya para salvar sus vidas”.

Cada día, centenares de Rohingyas tratan de entrar a Bangladesh, en las localidades meridionales de Cox´s Baazar y de Bandarban, para así escapar del conflicto con el ejército de Myanmar. Son más de 100 los miembros de la minoría islámica bengalí asesinados recientemente. No obstante la guardia fronteriza de Bangladesh (Bgb) detiene a los prófugos en la frontera, los Rohingya tratan de ingresar de noche, para no ser vistos.

Mostak Ahmad, de 70 años, es un Rohingya que ahora se encuentra en “tierra de nadie” en Bandarban, donde su vida está en constante peligro. “Mi único hijo fue capturado por el ejército de Myanmar. Estoy seguro de que no volverá vivo. Nos escapamos y vinimos aquí para salvar nuestras vidas. Pedimos refugio a Bangladesh”.

Rohina Akter, también él Rohingya, narra: “Mi marido es inocente, pero los soldados birmanos los han capturado. Fue torturado delante de mis ojos, me escapé para salvarme y salvar la vida de mis niños”.      

Como ellos dos, otros Rohingya escaparon de Myanmar para buscar salvación y refugio en Bangladesh. Sin embargo, muchos de ellos son capturados por la policía de la frontera, que les brinda comida y atención médica antes de forzarlos a volver sobre sus pasos.

Por el momento, no hay ningún cristiano ni Ong que esté trabajando por los prófugos Rohingya en la frontera.

Muchos musulmanes en el país querrían recibirlos. El imán de una mezquita en Dacca. Md Motin Miha, afirma: “Los Rohingya son nuestros hermanos y hermanas. Son musulmanes. No deberíamos echarnos atrás, debiéramos salvarlos”.