El Papa a los misioneros del Sagrado Corazón: El ‘buen vino’ y la misión hacia los jóvenes

En la audiencia con el grupo de participantes en el capítulo general, el Papa Francisco exhorta a encontrar “posibles nuevos modos” de vivir el carisma de la congregación fundada en 1854. Aprender de Jesús a “amar con un corazón humano”. La emergencia educativa para “acompañar a las jóvenes generaciones”. Valorizar a los laicos y no ceder al mal del clericalismo.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)-El compromiso en la educación de los jóvenes a la fe y al testimonio del amor misericordioso de Jesús hacia todos son el “buen vino” que la creatividad de los misioneros debe enfrentar en las “cambiadas condiciones del mundo actual respecto al pasado”. El Papa Francisco exhortó así a los misioneros del Sagrado Corazón, recibiendo en audiencia a los participantes de su capítulo general.

Los misioneros del Sagrado Corazón fueron fundados en 1854 por el sacerdote Jean Jules Chevalier y cuenta en la actualidad más de 1000 miembros, en su mayoría sacerdotes, con diversos centenares de consagrados.

Ellos están esparcidos en muchos países de Europa, Asia, África, América y Oceanía.

El pontífice apreció el tema del capítulo: “Tú has guardado el vino bueno hasta ahora” (Jn 2,10), subrayando “precioso patrimonio de proyectos y obras apostólicas” ofrecidas del carisma en el pasado y “sus ricas potencialidades en beneficio de la Iglesia y del mundo” en el hoy.

“En escucha de cuánto el Espíritu hoy dice a su Iglesia-continuó- y abiertos a las preguntas de la humanidad, ustedes saben beber de la fuente genuina e inagotable del carisma un nuevo ímpetu, elecciones valientes, expresiones creativas de la misión que os ha sido confiada. Justamente las nuevas y cambiadas condiciones del mundo actual respecto al pasado y las nuevas instancias del compromiso de evangelización de la Iglesia, son las condiciones que piden y hacen posible nuevos modos de ofrecer el ‘buen vino’ del Evangelio para dar alegría y esperanza a tantos”.

Él luego alentó para que se realicen dos actualizaciones del carisma. “Si la inspiración originaria del fundador fue la de difundir la devoción del Sagrado Corazón, hoy ustedes la comprenden y la actualizan expresándola en una variedad de obras y de acciones que atestiguan el tierno y misericordioso amor de Jesús hacia todos, especialmente hacia aquellas porciones de humanidad más necesitadas”. Y los invitó a “tener fija la mirada hacia el Señor Jesucristo para aprender de Él a amar con un corazón humano… e ir por todas partes donde un ser humano espera ser escuchado y ayudado. Enviándolos como misioneros hacia el mundo, éste es el primer Evangelio que la Iglesia os confía: mostrar en vuestras personas y en vuestras obras el amor apasionado y tierno de Dios por los pequeños, los últimos, los indefensos, los descartados de la tierra”.

Otro elemento para la actualización es “la formación cristiana de la juventud”. “¡Cuán urgente es hoy-agregó- la tarea de educar y acompañar las nuevas generaciones y aprender los valores humanos y a cultivar una visión evangélica de la vida y de la historia!”. “Esta, que muchos definen una verdadera ‘emergencia educativa’ es sin duda una de las fronteras de la misión evangelizadora de la Iglesia hacia las cuales toda la comunidad cristiana está invitada a salir. En la huella de cuanto han realizado los co-hermanos que os han precedido y de las obras por ellos iniciadas, los aliento a realizar iniciativas nuevas también en esta específica expresión de vuestro apostolado”.

Francisco también quiso valorizar la presencia de laicos en el Instituto. “Les ruego-dijo- no cedan nunca al mal del clericalismo, que aleja al pueblo y especialmente a los jóvenes de la Iglesia, como tuve modo de recordar otras veces, Vivan entre vosotros una verdadera fraternidad, que acoge las diversidades y valoriza la riqueza de cada uno. No tengan miedo de continuar e incrementar la comunión con los laicos que colaboran en vuestro apostolado, haciéndolos partícipes de vuestros ideales y proyectos y compartiendo con ellos las riquezas de la espiritualidad que nace del carisma del Instituto”.