Activistas: el atentado al mausoleo pretende castigar la tradición de la música y danza sufíes
de Kamran Chaudhry

El grupo Rawadari Tehreek condena el atentado al santuario de Pir Rakhel Shah, en Baluchistán. La danza “dhamaal” es un elemento al cual los radicales se oponen, porque prevé prácticas liberatorias. Poeta sufí: “La ola de terrorismo nos empuja a abocarnos aún más a la cura de los males de la sociedad”. 


Lahore (AsiaNews) – Activistas cristianos y renombrados artistas sufíes de Pakistán condenan el atentado que ayer ensangrentó el mausoleo sufí Pir Rakhel Shah, en el distrito de Jhal Magsi, provincia de Baluchistán. El saldo actualizado de la masacre, que fue reivindicada por el Estado islámico, refiere 31 muertos. Samson Salamat, presidente del Rawadari Tehreek (Movimiento por la tolerancia), afirma a AsiaNews: “Los santuarios son blancos [a atacar], por las danzas populares y la música” que en ellos se desarrolla.

El sufismo es una corriente del islam moderado, y prevé prácticas místicas y liberatorias (como la música y la danza). Estas prácticas hallan la oposición de los extremistas, por considerarlas heréticas y un insulto al islam. Salamat subraya, sin embargo, que “el dhamaal (ritual musical) es llevado a cabo tanto por hombres como por mujeres. En un tipo de danza popular que se desarrolla al ritmo de tambores, que permite al artista abandonarse al son de la música. Los terroristas quieren impedir el desarrollo de esta tradición. Pero el dhamaal no perjudica a nadie, y tampoco infringe derecho humano alguno. Sólo combina diversión y devoción. Los ataques de este tipo socavan la libertad religiosa”.

El atentado de ayer es el segundo del 2017. En el mes de febrero, otro militante del EI se hizo estallar en el santuario sufí de Lal Shahbaz Qalandar, en la ciudad de Sehwan, provincia de Sindh. Tres días después de ese ataque, los activistas del  Rawadari Tehreek se exhibieron bailando la famosa danza en el atrio del santuario, para protestar por el asesinato de 85 fieles inocentes. “Lo hicimos para desafiar a los terroristas”, sostiene Salamat.  

Baba Najmi, un poeta sufí del Punjab que lleva 40 años recitando poemas, sostiene: “La filosofía del sufismo predica el amor, la armonía entre las religiones, y el sentido de humanidad. Asesinar a pobres personas es algo inhumano. No podemos hacer nada. Sólo un cambio en los corazones podrá detener a estos terroristas que han perdido el contacto con la tierra, con el país y con la religión”. Para el sufismo, concluye, “todos merecen ser amados y cuidados, sin distinción de credos. El gobierno tiene su cuota de responsabilidad. La actual ola de terrorismo enfrenta a mayores desafíos a los activistas que se abocan a curar los males de la sociedad. Nuestra poesía es un testimonio de esta misión”.