Arrestado el hijo de Rajapaksa por protestar contra la venta de aeropuerto que lleva el nombre del padre

El Mattala Rajapaksa International Airport fue construido con fondos chinos. Es uno de los aeropuertos civiles menos utilizados en el mundo y opera un vuelo por día. India habría ofrecido $ 210 millones para la compra.


Colombo (AsiaNews / Agencies) - La policía de Sri Lanka arrestó a Namal Rajapaska, hijo del ex dictador de la isla. Su arresto, y el de otras 28 personas, tuvo lugar el 10 de octubre. El político está acusado de haber dirigido una protesta no autorizada contra la venta a la India del aeropuerto internacional intitulado a su padre en Hambantota, a unos 240 kilómetros al sur de la capital, Colombo.

Ruwan Gunasekera, superintendente de la policía, informa que el hijo mayor de Mahinda Rajapaska ha violado una resolución judicial que prohíbe las manifestaciones callejeras y daña la propiedad pública. Algunas imágenes populares en las redes sociales han mostrado a Rajapaksa mientras entonaba lemas contra la India frente a la sede del consulado. Cientos de manifestantes intentaron abrirse paso entre las barricadas erigidas por la policía, pero los agentes los bloquearon antes de que pudieran alcanzar el edificio diplomático.

El Mattala Rajapaksa International Airport fue construido durante el régimen del presidente-dictador y fue financiado por fondos chinos. Es una de las obras estatales que nunca han generado ganancias y, por lo tanto, son llamados por los habitantes como "elefantes blancos". Específicamente, en el puerto opera un vuelo por día y es uno de los aeropuertos civiles menos utilizados en el mundo.

El gobierno del actual presidente Maithripala Sirisena propuso la venta de las instalaciones y parece que las autoridades de Delhi han ofrecido $ 210 millones (más de 177 millones de euros). En julio de este año, en la misma zona que Hamba, ntota, Colombo ha cedido a empresas chinas la mayoría del muelle portuario, no obstante las protestas y las manifestaciones de la población local, che teme ser desalojados por los megaproyectos de Beijing.