Manila. El Papa Francisco apoya el programa contra la droga, promovido por el Card. Tagle

Sanlakbay nace como respuesta a la violenta guerra contra la droga, emprendida por el gobierno. La iniciativa brinda a los tóxico-dependientes asistencia, formación espiritual y oportunidades. Hasta ahora, son cuando menos 132 las personas de más de 12 parroquias de la arquidiócesis de Manila que han completado el programa. Unas 30 personas han adherido en la parroquia de St. John the Baptist, en San Juan.


Manila (AsiaNews/CbcpNews)- El compromiso de la Iglesia filipina para la asistencia y la rehabilitación de los tóxico-dependientes encuentra el aprecio y el apoyo del Papa Francisco. Es lo que afirma el Car. Luis Tagle, arzobispo de Manila, al referirse a Sanlakbay, el programa parroquial lanzado en la arquidiócesis y luego adoptado en otras diócesis de todo el país, en colaboración con los jóvenes locales y la policía.

Recordando su reciente encuentro con el pontífice en el Vaticano, el Card. contó que expuso la iniciativa al Papa Francisco. “Al escuchar, con los ojos centellantes, dijo: “Es el camino que hay que seguir, sigan adelante”, refirió el cardenal en la homilía pronunciada durante la misa por el próximo aniversario del programa en la Iglesia de San Sebastián, el pasado 21 de octubre.

Nacida como respuesta a la violenta guerra contra la droga emprendida por el gobierno, la iniciativa de la Iglesia nace para poder dar los tóxico-dependiente asesoramiento, formación espiritual e incluso una oportunidad de sustento. Esta consiste en un acercamiento basado en la fe, dirigido a la curación y a la reinserción social de las víctimas de la droga. El recorrido incluye también actividades deportivas y artísticas. Hasta ahora, al menos 132 tóxico-dependientes de más de 12 parroquias de la arquidiócesis de Manila han completado el programa, que tiene unos 6 meses de duración.

Unas 30 personas han adherido en Sanlakbay en la parroquia de St. John the Baptist de San Juan. La parroquia organiza encuentros periódicos (foto), durante los cuales los “kalabays” (tóxico-dependientes, ndr) comparten la experiencia de la rehabilitación y las problemáticas de reinserción en la sociedad. Las reuniones están pautadas por momentos de oración, para que ellos encuentren en la fe la fuerza para poder continuar su camino de redención.