Mons. Girelli, un pastor bueno y noble para Vietnam
de Quoc Tuan

Los años de misión del primer nuncio en Vietnam, que ahora ha sido nombrado en Israel. Los momentos difíciles de su tarea. En virtud del reforzamiento que ha habido de las relaciones bilaterales, la Iglesia católica esperaba que hubiese una verdadera libertad religiosa en lo que atañe al nombramiento de obispos y sacerdotes y en la construcción de lugares de oración.  


Ho Chi Min City (AsiaNews) – “Ustedes estarán siempre en mi corazón, en mi amor”. Con estas palabras, Mons. Leopoldo Girelli se despidió de los vietnamitas el 14 de octubre, concluyendo una misión iniciada el 30 de enero de 2011, cuando el Papa Benedicto XVI lo nombró primer representante “no residente” de la Santa Sede en Vietnam.

En vista de cuánto se han visto reforzadas las relaciones bilaterales, la Iglesia católica vietnamita esperaba que hubiese una verdadera libertad religiosa en lo que atañe al nombramiento de obispos y sacerdotes, y en la construcción de lugares de oración. Y también se esperaba que el gobierno promulgase una ley referida a los terrenos que fuese más razonable, y en virtud de la cual las autoridades locales no tengan derecho a apropiarse de los bienes de la Iglesia.

En realidad, en su calidad de nuncio no residente en un país socialista, el arzobispo Girelli no tenía plena libertad para ingresar a Vietnam para desarrollar sus funciones pastorales y de representación, sino que debía informar al gobierno y a las Iglesias locales definiendo los tiempos, lugares y objetivos de su estadía en el país. A este propósito, el obispo Nguyễn Chí Linh, vice presidente de la Conferencia episcopal, el 20 de abril de 2011, en ocasión de una visita de Mons. Girelli a Hanói por invitación de los obispos, afirmó que “es la primera vez que oigo hablar a un ‘representante no residente’ de la Santa Sede. Hasta ahora, la Iglesia del Vietnam no estaba al tanto de su estatus diplomático. Y sinceramente, no entiendo cómo es posible que el representante no residente de la Santa Sede tenga alguna clase de autorización o relación con la Iglesia local y el Estado”.   

El 21 de abril de 2011, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam anunció que “el nuncio no residente de la Santa Sede Vaticana en Vietnam ha venido por primera vez en un viaje de trabajo, y ha visitado el Ministerio. Al recibirlo, Bùi Thanh Sơn, vice ministro de Relaciones Exteriores, afirmó cuán “coherente política” lleva adelante el Partido y el gobierno comunista del Vietnam, en lo que concierne al respeto del derecho a la  libertad de opinión y de religión de las personas, a la igualdad entre las religiones y al rol activo de los católicos vietnamitas en el desarrollo económico y en la vida social.

Esa fue la primera vez que Mons. Girelli visitó y trabajó con la Iglesia católica vietnamita y que participó en la conferencia anual del episcopado. Con la invitación de la Conferencia Episcopal, pudo cumplir la primera visita del 18 de abril al 1ero de mayo de 2011, y también pudo participar en la apertura del desarrollo de la Conferencia, que se llevó a cabo en el Centro pastoral de la diócesis de Saigón, del 24 al 29 de abril.

 

Ha podido visitar 26 diócesis

Desde entonces y hasta el 14 de octubre de 2017, el arzobispo Girelli ha podido visitar 26 diócesis, donde se dedicó a trabajar con los obispos y a celebrar misa para millones de fieles. Para mantener buenas relaciones con las autoridades, también hizo una visita al Ministerio de Relaciones Exteriores, así como a las autoridades locales de las provincias o ciudades de las 26 diócesis.

Actualmente, Vietnam es un país en vías de desarrollo, y la gente se encuentra teniendo que afrontar grandes problemas como las tempestades anuales, las inundaciones y la contaminación ambiental. Además, el sistema educativo se encuentra deteriorado. La prensa de gobierno vietnamita ha manifestado el deseo de un mejoramiento en las relaciones con el Vaticano, y ha declarado “esperar que los católicos vietnamitas sigan contribuyendo al desarrollo económico, ayudando a los pobres, a las víctimas de las tempestades e inundaciones y a los niños que se encuentran en situaciones difíciles, etc.”

Pero lo cierto es que el gobierno ha perseguido a los católicos de Vinh por el mero hecho de haber luchado pacíficamente contra las emisiones de la empresa Formosa Steel Group, que provocan contaminación en el ambiente marino de la Costa central. Ha prohibido que estos “benefactores” llevaran adelante su pretensión de entregar dinero y comida, que luego habrían de ser distribuidos a las víctimas. ¿Por qué han hecho esto? Luego se oyó decir que hubo una distribución injusta y corrupta de las “obras caritativas” para las víctimas. En consecuencia, Mons. Girelli invitó a las autoridades a responsabilizarse de la atención a las víctimas e incluso invitó al gobierno en todos los niveles a prestar mayor atención a los católicos, como recurso para el desarrollo económico y social.

Además él ha visitado y brindado conforto espiritual a las familias pobres y parroquias situadas en áreas remotas donde hubo amenazas o donde, con el uso de la fuerza, se autorizó la ocupación o a venta de terrenos para beneficiar a capitalistas comunistas o a “grupos de interés”.   

Con motivo de la visita a la parroquia de Quan Lãng, en la diócesis de Vinh, el 1ero de septiembre de 2013, dijo a miles de feligreses: "Sé que aquí se enfrentan a muchas dificultades. Quisiera asegurarles a todos que el Santo Padre está cerca de la Iglesia Católica de Vietnam. El Papa Francisco los recuerda en sus oraciones, y ora por la justicia y la libertad de religión". "El Papa, dijo después, los alienta a ser fuertes al dar testimonio de los valores humanos y cristianos profundamente arraigados en la fe y en la historia del pueblo vietnamita. Al mismo tiempo, me gustaría alentarlos a vivir de forma generosa y pacífica, mientras se involucran en el diálogo y la comprensión mutuos como forma principal de lidiar con todas las tensiones y controversias".

 

La libertad religiosa no pertenece al Estado

Sin embargo, el 1 de mayo de 2016, el arzobispo visitó la parroquia Thủ Thiêm y la Congregación Lovers of the Holy Cross en Thủ Thiêm. La parroquia se encuentra a orillas del hermoso río Saigón, y desde 1859 se dedica a ofrecer actividades pastorales y sociales a los residentes, tanto católicos como no católicos. La parroquia es una de las más antiguas de la diócesis de Saigón, y tiene 157 años. Un feligrés dijo a AsiaNews que "las autoridades de la ciudad y las del distrito 2 en la ciudad de Ho Chi Minh están tratando de eliminar esta iglesia, y de vender las tierras para un proyecto de Thủ Thiêm New Urban Quarters. Este es un proyecto muy grande, con una enorme cantidad de medios". Durante la visita, Mons. Girelli dijo a los feligreses: "Estoy profundamente conmovido al saber que unas dos mil familias serían trasladadas y establecidas lejos de la iglesia. Pero todavía se reúnen en esta iglesia para la Santa Misa todos los días y el domingo para grandes celebraciones".

El año pasado, del 16 al 17 de febrero de 2016, Monseñor Girelli participó en el XIV Congreso Juvenil de la Arquidiócesis de Hanói (que incluye 10 diócesis situadas en el norte de Vietnam). Las tierras han sido devastadas por desastres naturales y por otros causados por el hombre. En el congreso invitó a los jóvenes católicos de la Arquidiócesis de Hanói y a toda la Iglesia Católica de Vietnam, a testimoniar la verdad y a comprometerse a trabajar por la verdad y la paz en la sociedad.

Y en la misa de apertura de la 31ª edición de la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de La Vang el 13 de agosto de 2017, Monseñor Girelli afirmó que "la libertad religiosa no es algo que pertenece a la autoridad, sino que es un derecho que pertenece a las personas".

El 13 de septiembre, Mons. Girelli fue nombrado nuncio apostólico en Israel y delegado apostólico para Jerusalén y Palestina.