Papa en Myanmar, trabajador social budista: 'Nuevo comienzo para la paz y la prosperidad'
de Santosh Digal

"Su presencia y mensaje nos animarán a trabajar por el bien común". Las expectativas del Director Ejecutivo de la Capacity Building Initiative por el histórico viaje apostólico. Incluso los budistas en la misa solemne del 29 de noviembre en Kyaikkasan Ground en Yangon.


Yangon (AsiaNews) - El viaje apostólico del Papa Francisco a Myanmar (27-30 de noviembre) será un nuevo comienzo para el compromiso común con la paz y la prosperidad. Esto es lo que dice a AsiaNews el budista Ngwe Thein, trabajador social y director ejecutivo de Capacity Building Initiative (CBI). "La visita del pontífice es un gran honor para nuestro país. Es una ocasión – añade - muy rara para nosotros y es la primera visita del líder de la Iglesia universal, que es respetado y reconocido por su dedicación a la paz y la humildad".

La CBI ofrece cursos de capacitación para organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones comunitarias (CBO) en el país. Las puertas de su centro de recursos informáticos están abiertas para ayudar y apoyar a todas las personas que trabajan en los sectores humanitarios y de desarrollo. "En una nación de mayoría budista, que por muchas razones ha sufrido mucho en los últimos 60 años, la visita del Papa será un factor de crecimiento para todos. Este impacto servirá como un impulso y una invitación a trabajar juntos como un país, de la mano", dice el director de la CBI, que el 29 de noviembre estará en el Kyaikkasan Ground de Yangon para la misa solemne celebrada por el Papa.

Ngwe Thein reitera que lo que la sociedad birmana necesita en este momento es un mejor entendimiento entre los funcionarios del gobierno, los líderes religiosos, las fuerzas militares y todos los componentes nacionales. "El Papa es un líder mundial que tiene una gran influencia. Él no viene a Myanmar como el líder de los católicos, sino como un símbolo de la paz y prosperidad que el país desea. Su presencia y mensaje alentarán nuestros corazones y nuestras mentes a trabajar por el bien común, independientemente de las diferencias económicas, religiosas, culturales y políticas", concluye.