Pakistán construirá la represa sin Beijing. Cruje la Belt and Road Initiative

Es el segundo país que cancela un acuerdo en los últimos días. Beijing necesita garantías de los Estados, pero se niega a participar en concursos públicos. Preocupaciones sobre la calidad de la instrumentación china utilizada. El uso de trabajadores chinos pone en cero el uso de trabajadores locales y hace perder valor político a los proyectos.

 


Islamabad (AsiaNews/Agencias) - Los grandes proyectos chinos para la “Belt and Road initiative” encuentran un nuevo obstáculo. Después de Nepal, Pakistán también se retira de un acuerdo multimillonario.

Islamabad ha renunciado a la inversión de China de US$ 14 mil millones para la construcción de la represa Diamer-Bhasha porque Beijing se negó a aceptar las condiciones restrictivas requeridas por Pakistán. Sin embargo, el país de Asia meridional construirá la represa, que debería garantizar la producción de 4.500 megavatios de energía hidroeléctrica, pero lo hará con sus propios fondos.

La demanda de una transparencia total - mediante licitaciones públicas competitivas - sobre la adecuación, idoneidad y calidad de la instrumentación china utilizada, pronto podría convertirse en un problema grave para los proyectos de Beijing.

El 14 de noviembre, Nepal anuló el acuerdo con el grupo estatal chino Gezhouba para el proyecto Budhi Gandaki Hydro Electric, que incluía la construcción de una de las principales centrales hidroeléctricas del país.

Según el ex funcionario del Grupo del Banco Mundial Peter Guy, estas cancelaciones muestran problemas en la confrontación entre los países beneficiarios y el concepto chino de inversión en infraestructura. Entre ellos, el problema de definir las inversiones mismas, que no están en el sentido financiero convencional del término, y no son donaciones, préstamos o créditos, sino "ventas" de construcciones e instrumentos. Para Guy, el punto es que las mejores prácticas internacionales requieren que las centrales eléctricas se construyan con contratos públicos. Además, la importación de decenas de miles de trabajadores chinos para construir plantas chinas quita oportunidades de empleo a los trabajadores locales, lo cual reduce significativamente el valor político de los proyectos.

Por otra parte, cada vez está más claro que China necesita garantías soberanas [que comprometan al Estado receptor con ciertas responsabilidades]. Sin embargo, solicitarlos en procedimientos de licitación no transparentes simplemente levanta sospechas de corrupción.

"La 'Belt and Road Initiative' es una buena figura, siempre y cuando cada Estado observe de cerca su compromiso financiero para recibir infraestructura", concluye Guy.