Bangladesh-Myanmar, se firmó un acuerdo para la repatriación de los Rohinyás

Las autoridades de Dacca prevén que la repatriación comenzará en dos meses. Aung San Suu Kyi ha prometido que los traslados serán “seguros y voluntarios”. Los activistas muestran preocupación por las condiciones de los refugiados, que ya no tienen donde regresar, porque sus pueblos han quedado arrasados. 


Dacca (AsiaNews/Agencias) – Los gobiernos de Dacca y Naipyidó han alcanzado un acuerdo en torno a la repatriación de los musulmanes Rohinyás refugiados. El entendimiento fue logrado ayer en la capital birmana, con la firma del ministro de Relaciones Exteriores bangladesí A.H. Mahmood Ali y de la líder democrática Aung San Suu Kyi. Los detalles referidos a las condiciones que regirán para el traslado de los refugiados serán dados a conocer en los próximos días. Por ahora, a través de un comunicado difundido por las autoridades de Bangladesh, se hace saber que la repatriación “se iniciará dentro de dos meses”.  

Los grupos de activistas plantean preocupaciones en torno a la modalidad en que se dará el proceso de repatriación. En particular piden que se especifique cuál será el lugar donde habrá de relocalizarse a los refugiados, siendo que cientos de pueblos han sido quemados y han quedado arrasados.

El acuerdo se produce tras intensas semanas de tratativas entre los dos países, y en la vigilia del viaje que el Papa Francisco llevará a cabo a ambos Estados, a partir del próximo 27 de noviembre.  La crisis de los refugiados Rohinyás ha alcanzado las proporciones de una grave emergencia. Según datos más recientes, desde el 25 de agosto, más de 620.000 refugiados provenientes de Rakhine han cruzado la frontera con Bangladesh, en un intento por huir de la violencia perpetrada por ambas partes, el ejército y los militantes del Arakan Rohingya Salvation Army (ARSA).

Los fugitivos se suman a más de 200.000 personas que ya habían escapado de Myanmar en los últimos años. En su mayor parte, viven acampados en tiendas improvisadas en la zona de Cox’s Bazar, y sobreviven gracias a la ayuda de las agencias humanitarias y al apoyo brindado por la Iglesia.  

Si bien al principio se mostró reticente a acoger la ola masiva de gente que huía del país vecino,  el gobierno de Dacca luego abrió las fronteras, pero subrayando al mismo tiempo que los desplazados permanecerían en el país sólo mientras durase la emergencia, y que luego deberían emprender el regreso a sus lugares de origen. Por la parte birmana, Aung San Suu Kyi ha prometido que las operaciones de repatriación serán “seguras, dignas, voluntarias y sostenibles”