Bagdad rechaza la ley sobre las esposas niñas. Mons. Warduni: ‘Signo positivo’

El Parlamento iraquí hizo caer el proyecto de ley que pretendía bajar la edad mínima permitida para contraer matrimonio. La competencia jurídica del Estado en la materia debía transferirse a la autoridad religiosa. Iglesia iraquí: han prevalecido las voces críticas, tanto del país como del exterior; es fundamental defender el principio de laicidad. 


Bagdad (AsiaNews) - La decisión del Parlamento iraquí es un “signo positivo”, que demuestra en los hechos que “no todas las propuestas caracterizadas por un valor religioso, son luego “aprobadas”. Es lo que afirma a AsiaNews Mons. Shlemon Audish Warduni, obispo auxiliar de Bagdad y brazo derecho del patriarca caldeo, al comentar la decisión de la Asamblea de hacer caer el proyecto de ley con el cual se habrían legalizado los matrimonios de menores de edad, y el fenómeno de las esposas niñas. Por el contrario, según el prelado, en las últimas semanas, “tanto en Irak como el exterior”, se levantaron diversas voces “críticas”, que han favorecido la decisión de los diputados dentro del recinto.

En efecto, días atrás, el Parlamento iraquí ha rechazado una propuesta de ley referida al “estatus personal” que en los hechos habría bajado la edad mínima para contraer matrimonio “hasta los nueve años”. La enmienda habría podido aplicarse dentro de la comunidad musulmana, aumentando el fenómeno de las “esposas niñas” en países donde la población es en su mayoría islámica –como Turquía- , algo que ya ha sido condenado por activistas y por la sociedad civil.

Según los críticos, tanto en Irak como en el exterior, la nueva ley reformada de este modo en los hechos habría dado carta libre a la “la violación de niños/as”. La enmienda fue propuesta por algunos diputados chiitas, que pretendían modificar una norma del año 1959 a través de la cual se fija en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.

En aquella época, el legislador había decidido transferir la jurisdicción sobre el derecho familiar, que de las autoridades religiosas pasaba al Estado y a la magistratura. La reforma, rechazada en los últimos días, habría significado un retorno al pasado, y hubiera dado luz verde al matrimonio de menores de edad en caso de haber un consenso del líder religioso (sunita o chiita) de la comunidad de pertenencia de la familia.

Contra esta ley se alzaron voces críticas de todas las etnias y confesiones, que denunciaron con fuerza la “flagrante violación” de los derechos de las mujeres y de las niñas. La decisión del Parlamento de retirar la enmienda debiera haber archivado, de una vez por todas, el peligro de modificaciones a la ley que regula los matrimonios y el estatus jurídico de las familias.

“Esta propuesta –afirma Mons. Warduni – era inaceptable, tanto desde el plano civil como desde el punto de vista religioso. Y es positiva la sublevación popular que se ha  registrado contra la enmienda a la ley”, fruto de una visión fanática de la sociedad y en particular, de la mujer. “Es bueno que propuestas como ésta sean rechazadas” –agrega—, “porque son nocivas tanto para la religión como para el Estado, y no se adaptan a un país como Irak, que tiene una cultura y una tradición antiquísimas”.

Hace tiempo que la Iglesia iraquí lucha por una nación “laica y unida” y no vacila en criticar la (controvertida) Constitución iraquí, en particular el artículo 37-2, que no tutela los derechos y la libertad de las minorías. En septiembre de 2015, el patriarca mar Louis Raphael Sako envió una carta al Parlamento, en la cual pedía que se modificase el apartado según el cual un menor ha de ser registrado como musulmán en caso de que uno de sus dos progenitores se convierta al islam.

Laicidad del Estado y separación entre religión y política son valores que la dirigencia iraquí ha reafirmado en los últimos días, durante el encuentro entre el patriarca caldeo mar Louis Raphael Sako y el presidente del Parlamento Salim al Jubouri. “En la reunión cara a cara –concluye Mons. Warduni- hemos afirmado fuertemente la necesidad de un Estado civil y la modificación de la ley referida a los menores de edad y la religión. Sin embargo, será difícil obtener resultados en breve, por la presión que ejercen los grupos extremistas”.  (DS)