La Icrc compró 750 mil litros de gasóleo para alimentar a los generadores. Una decisión “excepcional e insostenible” en el largo período, para responder a una situación de emergencia. Nuevo pedido a Riad para que elimine el bloqueo que impide el ingreso y la distribución de las ayudas. El país importa el 90% de sus necesidades.
Saná (AsiaNews/Agencias)- La Cruz Roja internacional (INCR) adquirió 750 mil litros de combustible, para alimentar a los generadores que servirán para sacar agua para distribuir a 1 millón de personas necesitadas en Yemen. En el último mes 9 ciudades del país árabe han agotado las reservas de agua potable a causa del bloqueo saudita en vigor en las últimas semanas, que de hecho redujo a cero las importaciones de diésel usado para la extracción y para el correcto funcionamiento de los servicios higiénicos-sanitarios.
El combustible dado por la Icrc garantizará el funcionamiento por un mes del sistema hídrico de dos ciudades, Hudaydah y Taiz. El organismo internacional define la decisión del todo “excepcional e insostenible” en el largo período. Los precios de las reservas remanentes, algunas de las cuales adquiribles solo en el mercado negro, subieron a las estrellas a un costo insostenible.
En los días pasados, por la primera vez desde la imposición del bloqueo saudita a inicios del mes, una nave de las Naciones Unidas consignó ayudas a una población agotada por la guerra, en una zona controlada por los rebeldes chiíes Houthi.
El país árabe desde enero de 2015 es teatro de un sangriento conflicto interno que ve opuestas a la dirigencia sunita del ex presidente Hadi, apoyada por Riad y los rebeldes chiíes Houthi, cercanos a Irá y a los Hezbolá. En marzo del mismo año una coalición árabe guiada por los sauditas promovió un ataque contra los rebeldes, terminados en la mira de la Onu por las víctimas (entre los civiles). Entre éstos hay también niños.
Fuentes de la Onu hablan de casi 9 mil muertos, de los cuales el 60% son civiles y 45 mil heridos. Sobre un total de 28 millones de habitantes, el conflicto dejó casi a 20 millones de personas (sobre un total de 27) necesitadas de asistencia y de ayudas humanitarias para sobrevivir. En los días pasados también el vicario apostólico confirmó a AsiaNews la gravedad del “desastre”.
La Cruz Roja internacional y otras organizaciones humanitarias lanzan la alarma subrayando que ellas solas no podrán garantizar las necesidades de toda la entera población. De aquí el nuevo pedido a Riad y a sus aliados, para que permitan el ingreso inmediato de comida y combustible. El país importa más del 90% de las propias necesidades y debe desde hace tiempo está en una verdadera y propia emergencia alimenticia. Según fuentes Icrc, más de 2,5 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Por eso nace la “decisión excepcional” de adquirir stocks para las ciudades para las ciudades de Hudaydah-donde las invasiones de aguas servidas es desde siempre crónica- y Taiz, una respuesta extrema y una situación desesperada, pidiendo al mismo tiempo “el reinicio de las importaciones”.