“Profunda preocupación” de Francisco “por la situación que se creó en los últimos días”. La Iglesia está siempre en favor del diálogo dice recibiendo a los participantes a la reunión del Comité permanente para el diálogo con personalidades religiosas de Palestina.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Profunda preocupación por la situación que se creó en los últimos días” en Jerusalén fue expresada por el Papa que, al final de la audiencia general, también realizó una cordial apelación para que continúe el compromiso de todos en el respetar el status quo de la ciudad, en conformidad con las pertinentes Resoluciones de la Naciones Unidas”.
“Jerusalén-agregó- es una ciudad única, sagrada para los hebreos, cristianos y musulmanes, que en ella veneran los Santos Lugares de las respectivas religiones y tiene un vocación especial a la paz. Rezo al Señor-concluyó- que tal identidad sea preservada y reforzada a beneficio de Tierra Santa, de Oriente Medio y del mundo entero y que prevalezcan la sabiduría y prudencia, para evitar agregar nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya convulsionado por tantos y crueles conflictos”.
Palabras en favor del diálogo y de la pacífica convivencia estuvieron al centro del encuentro que francisco tuvo, antes de la audiencia general, con los participantes a la reunión del Comité permanente para el diálogo con personalidades religiosas de Palestina, promovida por el Pontificio consejo para el diálogo interreligioso.
Si-para la Iglesia católica es siempre una alegría construir puentes de diálogo con comunidades, personas y organizaciones es ciertamente una alegría particular hacerlo con personalidades religiosas e intelectuales palestinas. Tierra Santa es para nosotros cristianos la tierra por excelencia del diálogo entre Dios y la humanidad. Un diálogo culminado en Nazaret entre el ángel Gabriel y la Virgen María, acontecimiento al cual se refiere también el Corán.
“El diálogo-agregó- se instaura en todos lo niveles: consigo mismos, a través de la reflexión y la oración, en familia, dentro de la comunidad religiosa, entre las diversas comunidades religiosas y también con la comunidad civil. Su condición primaria es el respeto recíproco y al mismo tiempo, mirar en consolidar este respeto a fin de reconocer a todas las personas, en cualquier lugar se encuentren, sus derechos. Del diálogo nace una mayor conocimiento recíproco, una mayor estimación recíproca y una colaboración para lograr el bien común y por una acción sinérgica en relación con las personas necesitadas, garantizando a ellos toda asistencia necesaria. Deseo que vuestras consultaciones conduzcan a crear un espacio de sincero diálogo en favor de todas las componentes de la sociedad palestina, en particular la cristiana, considerada con la tenue consistencia numérica y de los desafíos a las cuales está llamada a responder, especialmente por lo que se refiere a la emigración”.
Estoy consciente de la atención que la Autoridad del Estado de Palestina, en particular el Presidente Mohamoud Abbas, tienen hacia la comunidad cristiana, reconociendo su lugar y su rol en la sociedad palestina”.