Ocho años de prisión para Wu Gan: Si no me opongo a la dictadura, ¿acaso sigo siendo un hombre?

Manipularon el video de la sentencia, para simular que el activista está “arrepentido”. En la declaración en su nombre, que fue difundida por sus abogados, Wu Gan denuncia los intentos de negociación de su condena y brinda los nombres de quienes los torturaron y abusaron de él. “El número de aquellos que se disponen a participar en el funeral de dictadura crece cada vez más y aumenta día a día”. 


Tianjin (AsiaNews/Agencias) – Ayer por la mañana, la corte de Tianjin condenó a ocho años de prisión al activista por los derechos humanos Wu Gan. Él fue arrestado en 2015 junto a cientos de abogados, en la campaña apodada “709”, por la fecha en la cual comenzó la misma (el nueve de julio de 2015). El activista fue condenado por “incitación a la subversión contra el poder del Estado”. Wu Gan es famoso por haber defendido a una mujer que fue violada por un miembro del Partido Comunista chino que mató a su agresor, y por haber ironizado continuamente sobre la justicia en China, que se somete a la dependencia del Partido. Él no ha negado la acusación, sino que habría declarado: “Si no me opongo a la dictadura, ¿acaso sigo siendo un hombre?”  

Según la publicación “China Change”, a pocas horas de la sentencia, las autoridades publicaron un video manipulado, para mostrar que Wu Gan estaba “arrepentido” y que no apelaría la sentencia. En realidad, el video corresponde a una sesión del pasado mes de agosto, en la cual Wu Gan vistió una camisera de mangas cortas, en tanto ayer él llevaba un jersey de mangas largas. En el corte-y-pega se omite una frase importante, en la que el activista afirma; “Admito haber incubado pensamientos para subvertir el poder del Estado, pero creo que este un derecho ciudadano y mis acciones no constituyen un crimen”.

Luego de la sentencia, los abogados de Wu Gan difundieron la siguiente declaración:

 

Para aquellos que viven bajo una dictadura, ser etiquetado como alguien que “subvierte el poder del Estado” es la forma más alta de afirmación para un ciudadano. Es la prueba de que el ciudadano no es un cómplice ni un esclavo, y que cuando menos se ha movido, ha defendido y ha luchado por los derechos humanos. Liang Qichao [梁启超, famoso reformista de fines de la dinastía Qing], dijo que él y la dictadura son dos fuerzas opuestas de manera inextricable, y digo yo: si no me opongo a la dictadura, ¿acaso sigo siendo un hombre?  

Ellos han tratado de que me declarase culpable y de que cooperase con ellos para producir su propaganda a cambio de una sentencia leve –incluso me han dicho que si yo me declaro culpable, me darán sólo tres años, con una pena en suspenso por tres años. Pero yo he rechazado todo eso. Mi sentencia de ocho años no me torna indignado o desesperado. Es cuanto yo he decidido por mí mismo: cuando te opones a la dictadura, ello significa que ya vas camino a prisión.

A pesar de la sentencia dura, yo soy optimista. Gracias a Internet, cada vez más personas se están despertando, el número de aquellos dispuestos a participar en el funeral de la dictadura crece cada vez más, y aumenta con el pasar de los días. Los que usan la prisión para asustar a los ciudadanos que buscan libertad y democracia, impiden el progreso de la civilización humana y no llegarán a buen fin. Su tiranía se basa en una falta de confianza en sí mismos –signo de una conciencia culpable y temerosa. Es una carril muerto. Cuando las masas de despiertan, ¿puede estar lejos el fin de la dictadura?  

Hasta ahora, mientras estuve detenido fui sometido a torturas y a otras formas de tratamiento inhumano –y este no es un caso aislado, sino un fenómeno común. Apelo a la comunidad internacional para que siga de cerca el deterioro de los derechos humanos en China, para que haga un seguimiento de la detención criminal que opera el Partido comunista chino sobre sus ciudadanos, especialmente sobre los disidentes, además de todos los demás abusos a los cuales se los somete, que incluyen: acusaciones falsas, detención secreta, confesiones por la fuerza frente a los medios, nombramiento forzado de abogados controlados por el Estado, tortura y abuso mientras se está bajo custodia,  privación de todo derecho civil para los ciudadanos chinos.

A continuación, enumero los nombres de los individuos implicados en la persecución, tortura y abuso de mi persona: An Shaodong (安少东), Chen Tuo (陈拓), Guan Jiantong (管建童), Yao Cheng (姚诚), Yuan Yi (袁溢), Wang Shoujian (王守俭), Xie Jinchun (谢锦春), Gong Ning (宫宁), Sheng Guowen (盛国文), Cao Jiyuan (曹纪元), Liu Yi (刘毅), Cai Shuying (蔡淑英), Lin Kun (林崑).