Perro desfila con el gorro tradicional kirguiso. Los diputados se rebelan: ‘Castiguen al dueño’

La policía analizará el caso. Un político acusa: se ha transformado al Kirguistán en un perro. Luego de la última revuelta en 2010, los políticos de la ex república soviética se muestran sensibles cuando se trata de defender la tradición.  


Biskek (AsiaNews/Agencias) – En una exhibición canina, uno de los ejemplares desfila con el gorro tradicional kirguiso: en el país, el escándalo a raíz del hecho tuvo un alcance nacional. Es tal la indignación que esto ha suscitado, que algunos diputados reclaman a las autoridades que el dueño del perro sea “entregado a la justicia”. Él es reo de haber “insultado” el gorro tradicional de fieltro conocido como  “Ak Kalpak”, al cual se dedica, en marzo, un festivo nacional.  

La policía ha prometido analizar el caso, y mientras tanto, muchos se disponen a firmar un petitorio para que el autor de este “insulto” y los organizadores de la feria sean castigados de inmediato.  

“Hemos colocado un símbolo nacional sobre un perro, transformando a un perro en Kirguistán, y a Kirguistán en un perro”, declaró Ryskeldi Mombekov, miembro del Partido socialdemócrata, dirigiéndose al gobierno. “Mañana, un cerdo llevará un Kalpak y la bandera nacional será usada como arenera para gatos”.  

Luego de la revuelta popular del 2010, los políticos de la república centro-asiática se han vuelto muy sensibles a los temas vinculados con la identidad nacional  y la cultura tradicional. En 2011, una “Estatua de la Libertad” fue abatida tras ser condenada por “maldita”. La estatua había sido erigida en la plaza central de la capital, y representaba a una mujer alada llevando en sus manos un “tunduk”, es decir, la techumbre cruzada de las yurtas kirguisas tradicionales, presente en la bandera del país. El mismo año, los diputados sacrificaron siete ovejas en el palacio del Parlamento, para exorcizarlo de los “espíritus malignos”. Además, a principios de este año, las autoridades han incautado a un museo la única momia del Kirguistán, de 1.500 años de antigüedad, y la han sepultado, siguiendo el consejo de quienes se autodenominan médiums.

En 25 años de independencia, el Kirguistán ha sido escenario de dos revoluciones, que han llevado a la caída del jefe de Estado en 2005 y en 2010, y a diversos episodios de violencia étnica. En octubre de este año, por primera vez, la transición política se realizó de manera pacífica, con la elección del presidente Sooronbai Jeenbekov.