Papa: ¡No apaguemos la esperanza en el corazón de migrantes y refugiados!

En el Ángelus, el Papa Francisco pide a todos “el compromiso de asegurar a los refugiados, a los emigrantes, a todos un futuro de paz”. Aprecio “por las múltiples iniciativas de oración y de acción por la paz” en todo el mundo. Los saludos por el Nuevo Año.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “No apaguemos la esperanza en sus corazones; no sofoquemos sus expectativas de paz”. Refiriéndose a los emigrantes y a los refugiados, el Papa se dirigió de esta manera a las decenas de miles de fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro para el Ángelus del primer día de 2018, en el cual la Iglesia festeja a María Madre de Dios y la Jornada Mundial de la Paz, que este año tiene como tema: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres en busca de paz”.

Hablando de la intercesión de María por “los más débiles y necesitados”, el Papa Francisco agregó: “Es justamente a estas personas que está dedicado el tema de la Jornada Mundial de la Paz que hoy celebramos: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres en busca de paz, quiero hacerme voz de estos hermanos nuestros y hermanas que invocan para su futuro un horizonte de paz. Por esta paz, muchas de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas en un viaje, en su mayor parte largo y peligroso, y a afrontar fatigas y sufrimientos (Cfr, Mensaje Mundial de la Paz 2018, 1).

¡No apaguemos la esperanza en sus corazones; no sofoquemos sus expectativas de paz! Es importante que de parte de todos, instituciones civiles, realidades educativas, asistenciales y eclesiales, exista el compromiso para asegurar a los refugiados, a los emigrantes, a todos, un futuro de paz.  Que el Señor nos conceda obrar en este año nuevo con generosidad, para realizar un mundo más solidario y acogedor. Los invito a rezar por esto, mientras junto a vosotros encomiendo a María, Madre de Dios y Madre nuestra, el año 2018, que se acaba de iniciar: “Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas nuestras, que estamos en la prueba, sino líbranos de todo peligro, ¡Oh, Virgen gloriosa y bendita!"

Después de la oración mariana, el pontífice dirigió a todos su “cordial augurio, deseando todo bien para el nuevo año”, citando en particular al presidente de la República italiana, Sergio Mattarella. Luego expresó “aprecio por las múltiples iniciativas de oración y de acción por la paz, organizadas en todas partes del mundo en ocasión por la jornada de hoy, la Jornada Mundial de la Paz”. “Queridos amigos -concluyó-,  os aliento a llevar adelante con alegría vuestro compromiso de solidaridad, especialmente en las periferias de la ciudad, para favorecer la convivencia pacífica”.