Presidente birmano: Cambiar la Constitución promulgada por los militares

La carta garantiza a las Fuerzas armadas un cuarto de los escaños en el parlamento y los ministerios de Defensa, del Interior y Asuntos fronterizos. Libertad, justicia, igualdad y derecho a la autodeterminación para todos los grupos étnicos indígenas. En el norte del país se reinician los conflictos entre rebeldes y Tatmadaw.


Naipyidó(AsiaNews/Agencias) – El presidente de la república Htin Kyaw invoca reformas a la Constitución del País, redactada por los militares en 2008 y que permite al Tatmadaw (el ejército  birmano, ndr) mantener el control sobre el gobierno civil. En el discurso realizado ayer en ocasión del día de la independencia de Myanmar, el primer elegido para cubrir el cargo desde el golpe de Estado de 1962 lanza un pedido también por la justicia hacia todas las minorías étnicas reconocidas en el ámbito de un sistema federal.

Modificar la Carta para remover el dominante peso político de las Fuerzas armadas es uno de los problemas más serios que afligen al país, que desde 2011 trata de resurgir luego de casi medio siglo de rígido gobierno militar. El debate sobre la reforma constitucional sufrió una pausa después del asesinato, sucedido el año pasado, de Ko Ni, abogado y consultor en la materia de la National League for Democracy (NLD), el partido de Aung San Suu Kyi, actualmente en el poder.

“Desde el momento que estamos construyendo una república federal democrática, en acuerdo con los resultados de los diálogos políticos, todos necesitamos trabajar juntos para crear una Constitución adecuada”, declara el presidente en su intervención por el 70° aniversario de la independencia de Gran Bretaña.

La Constitución impide a la líder democrática Aung San Suu Kyi  ser presidente porque excluye a los candidatos que tienen un cónyuge o un hijo extranjero. El difunto esposo de la señora era británico, como también lo son sus dos hijos. Una disposición reserva a los militares un cuarto de los 440 escaños en el parlamento y varios importantes ministerios, incluido el de defensa, del Interior y el de los asuntos fronterizos. Esto permite a los Tatmadaw dar un veto efectivo al cambio constitucional y el control de todas las cuestiones en materia de seguridad. Por el momento, la NLD de Aung San Suu Kyi cuenta con el 58% de los diputados. Sin embargo, cambiar la constitución exige una mayoría del 76% en un Parlamento influenciado por las fuerzas armadas y por sus aliados.

En su discurso, Htin Kyaw pide también el respeto de los derechos humanos, pero no hace referencia a la crisis humanitaria de los Rohingyás, ni a la condena internacional que la misma ha generado. “Estamos trabajando para que surja un Estado democrático, basado sobre los principios de libertad para todas las razas étnicas nacionales, la justicia, la igualdad y el derecho a la autodeterminación”, afirma el presidente. “Raza nacional” es un término usado por Myanmar para referirse a los grupos étnicos indígenas. Los Rohingyás, son considerados emigrantes clandestinos de Bangladés,

Htin Kyaw pide en concreto la finalización del conflicto con los rebeldes de varias minorías étnicas, con una fuerte presencia cristiana y católica, que desde hace decenios combaten por la autonomía. Los enfrentamientos se intensificaron en las últimas semanas entre el ejército y la guerrilla en los Estados septentrionales de Kachin y Shan. Las minorías de Myanmar reclaman desde hace tiempo la autodeterminación bajo un sistema federal. Algunos analistas consideran que el ejército birmano aprovecha el conflicto para afirmar cada tanto su poder, presentándose como única institución que impide la desintegración del país y custodia la tradición budista nacional.