El gobierno ha difundido un alerta e invita a los ciudadanos a tomar ulteriores medidas de prevención. Una represalia, frente a una alarma análoga lanzada por los EEUU en los últimos días. Ministro del Interior: arrestos provocados por testimonios de fuentes no confiables. Y peligro de ataques terroristas.
Ankara (AsiaNews/Agencias) – El gobierno turco ha difundido un alerta entre sus conciudadanos, instándolos a evitar viajar a los Estados Unidos por el riesgo de “arrestos arbitrarios” y “atentados”; para cuantos ya se encuentran en dicho país, se invita a tomar ulteriores medidas preventivas. Una jugada de Ankara que sabe a represalia, en respuesta a un alerta análoga lanzada por Washington en los últimos días, desaconsejando los viajes a Turquía.
Dirigiéndose a los cronistas al término de la oración del viernes, el premier turco Binali Yildirim afirma que el alerta referido a los viajes a los respectivos países no ayudará a mejorar las relaciones entre Ankara y Washington. “Afirmar que Turquía no es un país seguro, desde ya que no aporta ningún beneficio” –agregó-.
Sigue siendo elevada la tensión entre los Estados Unidos y Turquía, otrora grandes aliados en el seno de la OTAN, y actualmente en relaciones que atraviesan sus mínimos niveles históricos. Entre los motivos de contraste que pueden citarse, está el hecho de que no se haya procedido a la extradición del predicador islámico Fethullah Gülen, actualmente exiliado en Pennsylvania (EEUU), y, según Ankara, mente del frustrado golpe de Estado de julio de 2016.
A esto, viene a sumarse la decisión unilateral del presidente de los EEUU, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, y de disponer el traslado de la embajada. En respuesta, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha convocado a un alzamiento de los países musulmanes y ha anunciado la apertura de una embajada en Jerusalén Oriental, capital de un futuro Estado palestino.
En un comunicado difundido en el día de ayer, el ministerio del Interior ha subrayado que “los ciudadanos turcos que viajen a los Estados Unidos pueden ser sometidos a detenciones arbitrarias, basadas en testimonios de fuentes no confiables”. A este respecto se cita el caso del banquero turco detenido en Washington por haber entablado negocios con personalidades iraníes afectadas por las sanciones. Para Ankara, se trata de acusaciones fundadas en motivaciones políticas.
A esto se suma el “reciente aumento” de episodios violentos y terroristas en territorio americano. El comunicado ministerial se concluye recordando “los ataques perpetrados a bordo de vehículos lanzados contra la multitud”, que se agregan a “los atentados con explosivos y armas de fuego” que azotaron zonas céntricas de la ciudad, eventos culturales, estaciones de trenes subterráneos, lugares de culto y campus” (DS)