Nacimientos, fuerza de trabajo y envejecimiento: la demografĂ­a asusta a Beijing

El número de los neonatos descendió a 17,23 millones en 2017, de los 17,86 millones de 2016. La fuerza de trabajo se redujo en más de 5 millones de unidades. En riesgo el régimen de seguridad social. Tangibles los daños de las duras medidas de control de la población adoptadas por el gobierno en los últimos 40 años.


Beijing (AsiaNews/Agencias)- El cuadro demográfico de China inicia a asemejarse mucho a aquella de Japón: los nacimientos están en declino, la fuerza trabajo es siempre más reducida y la población envejece. Es cuanto reportan los últimos datos oficiales del gobierno de Beijing.

Mientras la economía del país creció del 6,9% en 2017, del 6,7% de 2016, sus estadísticas demográficas son menos positivas. No obstante la introducción a nivel nacional de la política de los dos hijos en 2015, el año pasado el número de nuevos nacimientos descendió a 17,23 millones, de los 17,86 de 2016. Lo afirma la Oficina nacional de estadística. Al mismo tiempo, la fuerza trabajo-definida como aquella en edad comprendida entre los 16 y los 59 años-en 2017 se redujo en más de 5 millones de unidad.

Mientras tanto, el porcentaje de personas en edad superior a los 65 años continúa creciendo. Las autoridades declaran que a fines de 2017 esta faja representó el 11,4% de la población total, en aumento respecto al 10,8% del año precedente. Esto significa que China tiene 158,31 millones de personas de edad superior a los 65 años, número mayor de la entera población rusa.

Desde cuando subió al poder en 2012, el presidente chino Xi Jinping gradualmente disminuyó los controles sobre la población. La infame política del hijo único, introducida en 1979 para controlar el crecimiento de la población fue retocada hacia fines del 2013, cuando a las parejas fue concedido el derecho a la concepción de un segundo hijo, si uno de los padres era hijo único terminó y a todas las parejas fue concedido tener dos hijos.

Las duras medidas de control de la población adoptadas por el gobierno redujeron el número de nuevos nacimientos cerca de 200 millones en los últimos 40 años, minando el potencial de crecimiento del país. Es cuanto emerge de una investigación conducida por Zhou Tianyong, vice director del Instituto para los estudios estratégicos internacionales de la escuela central del partido de Beijing. “Si no se toma alguna medida para enfrentarla (la disminución de la población)… podrá sólo aumentar el daño acumulativo que deriva de una reducción de la fuerza trabajo sobre la demanda, de los réditos y de la producción del Pib”, afirma Zhou.

Los efectos de los cambios demográficos son tangibles. El gobierno está sufriendo una presión creciente porque los fondos pensión provinciales agotan rápidamente las reservas, en cuanto el envejecimiento de la población pone en dura prueba al régimen de seguridad social. Según un informe de la Academia de Ciencias Sociales, cerca de la mitad de los fondos está en déficit y la carga de sostener a los ancianos les corresponde a la fuerza trabajo más joven.

El estudio revela que el problema es particularmente grave en las provincias nor-orientales de Heilongjiang, Jilin y Liaoning, donde el porcentaje de jubilados aumentó, mientras que la fuerza trabajo disminuyó mano a mano que los trabajadores se transfieren a otro lado. Las ricas áreas costeras, como Guangdong y ciudades como Beijing tienen más dinero para cubrir las jubilaciones porque tienden a atraer a trabajadores emigrantes.