Obispo indio: Un movimiento político femenino, para sostener los derechos de la mujer

En el país hay una generalizada “preferencia por el hijo varón”. Las niñas son consideradas una “carga económica, pero en algunas tribus es la mujer quien manda”. La iglesia siro-malankara confiere reconocimientos a las mujeres que se distinguen en la evangelización. Habla Mons. Jacob Mar Barnabas, presidente de la Oficina para la Mujer, de la Conferencia episcopal india.  


Nueva Delhi (AsiaNews) – “Un movimiento social y político femenino, que luche por los derechos de la mujer y que incremente la conciencia del valor de las mujeres en la India”. Es lo que propone Mons. Jacob Mar Barnabas, presidente de la Oficina para la mujer, de la Conferencia episcopal india (CBCI). En diálogo con AsiaNews, él afirma que “las mujeres tienen la misma dignidad que los hombres”. Y cuenta una serie de iniciativas de la Iglesia católica india en favor de las mujeres, “para cambiar la mentalidad dominante, que en general, las considera inferiores a los hombres”. “Es un proceso largo –subraya-, pero la Iglesia lucha por ellas”.  

Mons. Barbabas comenta los números difundidos días atrás por el Ministerio de Finanzas de la Unión, que dan cuenta de la presencia de 21 millones de niñas “indeseadas” (las que los genitores aceptan criar con la esperanza de procrear un hijo varón), y 63 millones que “no se han reportado”, es decir que fueron abortadas, muertas o abandonadas inmediatamente después del parto. Y resalta que es un error “pensar que en el país las mujeres siempre sean consideradas inferiores a los hombres. Existen algunos grupos en los cuales es la mujer quien manda, y en los cuales el patrimonio de los padres pasa a las hijas mujeres, y no a los varones”.   

A pesar de ello, admite, “en general, en el país aún sigue difundido el sistema de la dote al momento del matrimonio, lo cual crea muchos problemas, sobre todo en las familias pobres. El genitor divide las propiedades en partes iguales entre los hijos. Las mayores dificultades surgen justamente en estos contextos de familias indigentes. Por eso, la semana pasada he ayudado a una familia necesitada, que daba en esposa a su hija”. Las niñas “son vistas como una carga económica. Por eso, en los últimos años se difundió mucho la práctica de los abortos selectivos femeninos, gracias a las pruebas para la determinación del sexo, que ahora han sido declaradas ilegales”. Pero poco a poco, “la mentalidad está cambiando. Para las jóvenes se ha vuelto muy fácil hallar trabajo, por ejemplo, en el exterior, como enfermeras”.

La Iglesia católica trabaja sobre este tema desarrollando su labor en dos frentes: “Además de la Oficina para la mujer de la CBCI, de la cual soy presidente, cada parroquia tiene grupos de apoyo dirigidos a mujeres. Organizamos conferencias, encuentros, informamos a los fieles sobre el valor femenino. Por ejemplo, el 8 de septiembre, en la solemnidad de la Natividad de María, distribuimos en todas las iglesias una carta. Sabemos que la misma contribuye a crear una conciencia sobre el rol y la importancia de la mujer. Luego, en varias misiones hay centros que acogen a mujeres y a niñas abandonadas, que les permiten estudiar y buscar trabajo”.

 

Entre las numerosas iniciativas lanzadas, en particular, por la iglesia siro-malankara [uno de los tres ritos de la Iglesia católica en la India, del cual el obispo está entre sus mayores exponentes– ndr], “hace casi 20 años que nuestras diócesis asignan premios y títulos [honoríficos] a las mujeres –además de a los hombres- como reconocimiento por su labor al servicio de la Iglesia y de la difusión de la fe. Estas mujeres tienen un lugar como huéspedes de honor en todos los encuentros oficiales, tanto en la diócesis de pertenencia como en las otras. Incrementando la conciencia, cambiamos la sociedad”.

 “En noviembre –continúa- la Oficina para la mujer de la CBCI llevó a cabo una conferencia de tres días en Orissa, con mujeres provenientes de toda la India. Son personas que se han distinguido en el campo de la evangelización y de la promoción de los valores cristianos. Les entregamos un certificado y algo de dinero para impulsarlas a continuar con el trabajo”.   

Con estas iniciativas culturales educativas, “awareness program” (programa de concientización) y distribución de reconocimientos, “impulsamos un cambio de mentalidad. La última propuesta es la creación de una organización social y política que agrupe a todas las mujeres de la India”. “En pocos días se desarrollará la Asamblea plenaria de obispos. En caso de obtener una extensión de mi mandato en el cargo de presidente de la Oficina –afirma- trabajaré con todo mi equipo para dar vida a este movimiento de mujeres, que pueda influir sobre la sociedad india. La situación es difícil y el sistema de las castas empeora el contexto, pero no debemos olvidar que ya hemos tenido una primera ministra mujer, Indira Gandhi [1917-1984]. En este sentido, se puede decir que la India se adelantó a su tiempo en comparación con muchos países occidentales, e incluso con América”.