El apoyo a la religión y etnia usado por los extremistas dividió a los indonesios en dos frentes contrapuestos. El 27 de junio de este año se realizarán las elecciones administrativas. El 17 de abril de 2019, los ciudadanos serán llamados al voto en las elecciones generales para el presidente y el Parlamento.
Yakarta (AsiaNews)- Por un lado los moderados, animados por una renovado sentimiento nacionalista fundado en el pluralismo; por el otro los extremistas, promotores de una “política identitaria”. La sociedad indonesia se presenta siempre más dividida al alba de los “Años de la política”, el bienio que definirá el futuro próximo de la nación. El 27 de junio de este año se realizarán las elecciones administrativas (en indonesio: Pemilihan Kepala Daerah, Pilkada), para elegir a 17 gobernadores, 39 intendentes y 115 regentes en todo el país. Ellas incluyen las elecciones gubernamentales para las cuatro provincias más pobladas de indonesia: Java del Oeste, Java central, Java del Norte y Sumatra. El 17 de abril de 2019, los ciudadanos serán llamados al voto para las elecciones generales, que nombrarán al nuevo presidente y a los miembros de la Asamblea consultora del pueblo.
Indonesia, país islámico más poblado del mundo, vio en los últimos años su reputación por su tolerancia religiosa sometida a escrutinio, desde el momento que los grupos islámicos radicales se abren camino por la fuerza en la vida pública y política de la joven democracia. Contra el aumento de los episodios de violencia e intolerancia político-religiosa, en Indonesia se difundió un fuerte sentido de pluralismo y diálogo entre las diversas comunidades. Los analistas lo llaman “efecto Ahok”, del sobre nombre de ex gobernador cristiano de Jakarta Basuki Tjahaja Purnama, condenado por blasfemia en un proceso condicionado por maniobras políticas.
La promoción de cualquier identidad primordial, comprendidas las religiones y etnias, a expediente político de los extremistas dividió a los indonesios en dos frentes contrapuestos. “Esta segregación social e intencionadamente proyectada y mantenida por específicos objetivos políticos”, declara a AsiaNews una fuente del gobierno de la oficina de Asistencia especial al presidente. La fuente sostiene que el fenómeno, que condicionó las elecciones regionales en Yakarta de abril de 2017, ganadas por Anies Baswedan y por los grupos radicales está destinado a aumentar en las próximas vueltas electorales. “Durante las elecciones para la gobernación de Yakarta del año pasado, este género de ‘política de la identidad’ funcionó muy bien, remodelando la moderna sociedad indonesia en dos grupos ‘políticos’ distintos. En la campaña electoral, resultaron decisivas las temáticas sectarias y religiosas usados por la coalición de Anies contra el rival, el cristiano de etnia china Ahok, favorito en la vigilia de las consultaciones para la renovación de su mandato.
En la Iglesia indonesia está siempre activa en iniciativas y proyectos dirigidos a promover y garantizar los valores nacionales del pluralismo, expresados en la plataforma filosófica y política de la Pancasila. La Conferencia (KWI) varias veces recordado la importancia del rol que tiene la Iglesia católica en el proceso de unidad nacional e invitado a los católicos a instaurar relaciones más profundas con comunidades y exponentes de diferentes confesiones religiosas. La arquidiócesis de Yakarta recibió al 2018 instituyendo “el Año de la Unidad”. Mons. Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, arzobispo d la capital, explicó que a los principios fundantes del Estado indonesio, la arquidiócesis también dedicó el propio plan de trabajo para el cuadrienio 2016-2020, al cual le fue dado el tema “Amalkan Pancasila”, o sea poner en práctica el espíritu de la Pancasila”.
En el clima de tensión que abruma al país, los católicos demuestran responsabilidad y no se dejan arrastrar en las instrumentales controversias políticas. Esto sucede sobre todo en Yakarta, donde la línea adoptada por la nueva administración atrajo las críticas de los analistas. En particular, ello imputan al gobernador Anies Baswedan el intento de cancelar cuánto de bueno hecho por su predecesor, sobre todo en términos de vialidad y prevención al fenómeno de las inundaciones.