Sor Elena Belarmino: 'Educación para romper el círculo de la pobreza'
de Santosh Digal

'Inspirada en nuestra patrona, la Virgen de los Pobres, y fundada por el venerable Aloysius Schwartz, la Escuela de las Hermanas de María dirigen sus energías a la juventud pobre del país". En los últimos 33 años, las monjas han cuidado a más de 63 mil estudiantes en los cuatro campamentos que administran. Alimentos, ropa, vivienda, servicios médicos y dentales, escuelas secundarias y educación técnica son gratuitos para aproximadamente 11,245 estudiantes.


Manila (AsiaNews) - "Solo a través de una educación - académica y vocacional - de calidad los niños pobres pueden mejorar sus vidas y ser capaces de romper el ciclo de la pobreza". Así lo afirmó en una entrevista con AsiaNews sor Elena Belarmino (foto 2), superior provincial de las Hermanas de María.

Durante los últimos 33 años, las escuelas de la congregación se han hecho cargo de más de 63 mil estudiantes en cuatro recintos administrados por éstas, dos en Cavite (cerca de Manila) y dos en Cebú (en el sur). Con el apoyo de 294 maestros y un equipo de 264 personas, hay 120 religiosas "armadas con las virtudes marianas de la sencillez, la caridad, la gratitud y la alegría". Proporcionan alimentos, ropa, vivienda, servicios médicos y dentales, escuelas secundarias y educación técnica para aproximadamente 11,245 estudiantes de familias pobres de todo el país.

"Podemos gestionar el servicio a muchos niños confiados a nosotros por la gracia y la Divina Providencia de Dios, que se manifiesta a través de las donaciones de personas generosas - dice sor Elena Belarmino - Inspirado por nuestra patrona, la Virgen de los Pobres, y fundada por el venerable Aloysius Schwartz, las Escuelas de las Hermanas de María dirigen sus energías a los jóvenes más pobres del país. Proporcionan a la educación de alta calidad y currículo profesional y técnica de nivel secundario, que forma los niños en ciudadanos comprometidos a servir a la nación, aman a sus vecinos y se propagan los valores morales y espirituales del Evangelio."

Es en las periferias sociales y económicas del país donde los religiosos buscan a los estudiantes más merecedores. "Nuestras hermanas que están a cargo de las selecciones están en contacto con obispos, sacerdotes y directores de escuelas primarias públicas. En parejas, luego visitan los hogares de los niños para realizar entrevistas personales con los estudiantes interesados ​​y sus padres o tutores", explica el vicario general.

"La educación de estos niños - concluye la monja - es muy importante, porque es el principal medio para lograr su objetivo en la vida: la felicidad, en la mente, en el cuerpo y en el alma. A través de la educación, las vidas de nuestros estudiantes se transforman. Se convierten en personas seguras, autosuficientes y productivas, que no solo elevan su estatus económico, sino sobre todo su condición espiritual".