Beijing, aumentan las encarcelaciones y se suma personal para la lucha contra la corrupciĆ³n
de Wang Zhicheng

La nueva agencia anti-corrupción tendrá más poder a escala nacional en vista del volumen de “trabajo duro” (por la cantidad de casos), que ha crecido un 200%. La agencia podrá investigar, interrogar, buscar, encarcelar y tomar acciones disciplinarias contra cuadros, empleados estatales y hombres de negocios.


Beijing (AsiaNews)- La nueva agencia anti-corrupción tendrá más fondos, más personal, más prisiones para gestionar un número de casos que será el triple de aquellos realizados hasta el presente. Es cuanto aseguró Yang Xiaodu, ministro de la supervisión, al margen de la Asamblea nacional del Pueblo, que se está desarrollando en la Gran sala del pueblo.

La idea de una nueva agencia anti-corrupción, la Comisión de supervisión nacional, surgió del Congreso del Partido comunista chino en el pasado mes de octubre, con miras a ensanchar y potenciar la lucha contra la plaga que aflige desde siempre el Partido y la sociedad china.

“La Comisión central para la inspección disciplinaria -dijo Yang- tendrá un incremento del 10% en la mano de obra… Los casos aumentaron un 200%. Además, se prevé un aumento de las prisiones y de las salas de interrogatorio para resolver el “duro trabajo” que se presenta, con un número mayor de sospechosos.

La agencia nacional tendrá como tarea la supervisión en todo el país -a nivel provincial, de ciudades y condados. Podrá investigar, interrogar buscar, encarcelar y tomar acciones disciplinarias contra cuadros del Partido, empleados estatales y hombres de negocios sospechados de corrupción.

En la jerarquía del poder, la nueva agencia se coloca debajo del Consejo de Estado, del gobierno y de la Comisión militar central, pero está por encima del poder de jueces y fiscales.

La nueva estructura de lucha contra la corrupción parece presentar un abordaje más científico y más organizado de la campaña lanzada por el presidente Xi Jinping al inicio de su mandato, en 2013. Hasta ahora, ha destituido a más de 250 altos miembros del Partido, castigando a cerca de 1,4 millones de cuadros.

Según muchos observadores, la campaña sirvió para eliminar o deponer a muchos opositores de Xi.